Sorpresitas que te da la vida…la vida y nuestros paseos habituales por la zona de Abusu, a saber, por el puente junto a la ikastola.
En esta zona reside desde hace un tiempo un pavo real blanco. Sí, has leído bien, un-pavo-real-blanco. Helo aquí, pa’ que veas que no te engaño…
Según nos contó una vecina del barrio, llevaba rondando por allí un mes, seguramente escapado de algún corral no muy lejano…Llegó un día, le gustó el buen ambiente y se quedó.
No está identificado, ni anillas ni chapas de ningún tipo. Vamos, un total desconocido. No debe tener dueño…y si éste quiere reclamarlo, no puede demostrar que sea suyo.
Por las plumillas de la cabeza y su color sucio-de-chocolate, sabemos que es un ejemplar juvenil.
Y dada su forma de caminar, más agachada, -se supone que los machos caminan más erguidos, a lo gallito-puede que sea una hembra. ¡Aunque nadie ha bajado hasta la ría a preguntarle!
Parece llevarse bien con las gaviotas, los patos, el ganso del Nilo, los cormoranes, los andarríos…incluso con los gatos.
Esperemos que las lluvias y la subida del nivel del agua no acaben arrinconándole…
…y se vea obligado a subir hasta la carretera…o a buscarse otro lugar donde residir…
O quizás aprenda a nadar y se convierta en otra de las aves acuáticas propias de la zona!
Estaremos pendientes de él…o de ella. ¡Hasta la próxima!