Entre las simpáticas bisbitas tenemos a nuestra visitante habitual de invierno, la bisbita pratense, y a la turista veraniega, la bisbita arbórea. En estas temporadas es fácil deducir cuál es cuál, ya que la otra no está, pero en épocas de paso se me hace especialmente difícil si no oigo el canto: nuestra pratense tiene un bisbiseo más sencillo que la arbórea, cuyo canto es más melodioso. Físicamente son tan, tan parecidas que a simple vista no doy una….
…Y después de mucho investigar y basarme en muuuuchos expertos, paso a elaborar una pequeña lista de detalles a tener en cuenta.
Bisbita pratense: atentos al dato, su época es el invierno. Canto básico, bisbis.
Pico fino y su base o mandíbula inferior de tono: amarillo-naranja
Patas tirando más a color: carne-anaranjado.
Es la bisbita más habitual con diferencia y un ave migratoria que se puede ver en España durante el invierno. Muy habitual en los verdes prados de toda la costa Cantábrica.
La cabeza y el dorso son de color marrón fuertemente estriados.
Estriado del flanco igual que el del pecho: las pequeñas rayas que lo atraviesan tienen en los dos el mismo tamaño, por lo que se distinguen mejor en la distancia, dando una sensación de continuidad.
La ceja es de un color ante disimulado, poco marcada.
Uña posterior muy larga. La uña es llamativamente más larga que la longitud del dedo.
Recuerda: es muy parecida al bisbita arbórea, pero puede distinguirse porque la pratense aparece en invierno y la arbórea en verano.
Bisbita arbóreo: llega en primavera. Canto más melodioso, variedad de notas.
Pico ligeramente más robusto que en la pratense, con la base rosada.
Patas claras, tirando más a rosado.
Con la uña del dedo posterior corta (igual o menor que el dedo).
La ceja blanquecina, más visible que en la pratense.
Estriado del flanco menor que el del pecho.
Es la única bisbita que se ve por el verano (excepto la alpina, pero está en montaña). Se alimenta en el suelo como el resto, pero se posa normalmente en los árboles o arbustos. Se encuentra en brezales con árboles dispersos, bosques abiertos y bordes de bosques.
Y en el monte Arraiz nos ha proporcionado este bonito espectáculo: el vuelo nupcial de la bisbita arbórea. Desde un posadero elevado, asciende casi en vertical, comienza a cantar cuando ha alcanzado la mayor altura y se deja caer en una postura de alas extendidas y cola alzada, como un paracaídas, a la vez que emite su melodía.
Y lo repitió. Como veinte veces. Se tomaba un descansito para saludar a la novia, y vuelta a empezar. Es la primera vez que vemos el vuelo nupcial de esta amiguita, la bisbita arbórea. ¡Y nos encantó!
Fuente: Pajareros de Bezana, Seo birdlife