Este pajarillo del tamaño de un gorrión hace acto de presencia en nuestras tierras de marzo a mayo, permaneciendo con nosotros hasta la siguiente migración, en septiembre-octubre, cuando deciden si marcharse con sus compañeras o quedarse a pasar el invierno aquí.
Prefieren invernar en zonas africanas, parece que les gusta mucho el calorcito, pero para la época de reproducción eligen zonas menos intensas, como los verdes prados de Arraiz.
Hacía un par de años que no se veían y nos sorprendió esta pareja de la especie. Las hembras son más moderadas en su traje nupcial, diferenciándose sobre todo por la raya del ojo…
..que en los machos llega marcadamente hasta la zona auricular, como un antifaz. Ya que estamos en época de buscar pareja, se ponen sus mejores galas: el pecho de un tono ocre intenso, la espalda pardo-grisácea, las gafas de sol…
…listos para la conquista.
La collalba gris es monógama, lo que significa que tienen la misma pareja toda la vida. Bueno, no todos, siempre hay alguna excepción.
Buscan agujeritos entre piedras y construyen un nido con musgos y hojas…
…como parecían hacer estos dos cerca de las ruinas en lo alto del monte…
…pero no llegamos a saber si lo consiguieron.
Seguiremos informando!!!