Repasando las entradas de este blog descubro que hay una, la más importante, la que nos condujo a la caza y captura de aves en formato digital, la que nos enamoró…¡Que no está!!!
¡No me lo puedo creer!!! Mis buitres, los más osados, los más leonados, los que nos atraparon en esta vorágine de captadores de naturaleza…Mis pobrecillos están escondidos entre las páginas polvorientas de mi libro de ideas. Pues no se diga más, ¡Ea!
Va por vosotros, chiquitines.
Solemnes:
Para distinguir a los juveniles de los adultos podemos fijarnos en tres puntos:
El color del iris. Característica más difícil de observar en el campo, pero que en ocasiones se puede llegar a distinguir. En los jóvenes es un marrón muy oscuro, aclarándose segun llegan a la edad adulta.
El color de las plumas de la gorguera rodeando la base del cuello. En los juveniles es claramente marrón, mientras que en los adultos se va aclarando llegando a ser de color blanco.
Y el pico. En los jóvenes tendrá un tono oscuro que se irá aclarando progresivamente hasta tomar un color claro.
También podemos fijarnos en la forma de sus plumas en la distancia, aunque para ello necesitemos unos buenos prismáticos, porque si no…
los juveniles tienen el perfil de las plumas de vuelo más puntiagudo y los adultos más redondeado.
¡Sí, muy difícil de distinguir!!!
Ale, ya tenéis deberes para el próxime finde. ¡A clasificar buitres!
Al barrio obrero en el que resido, lleno de currantes venidos de tierras gallegas hace más de medio siglo, llegan muchos nietos a visitar a sus abuelos en estas fechas navideñas. Recordando su tierra, suben con ellos al monte a recoger castañas y piñas para aquella cocina de leña que ya no tienen, y los críos se ríen de los mayores cuando les llaman rapaz, rapaziño, rapaziña…
-¡Como los pajarracos, abuela, no me digas eso!- Es Andrea la que protesta, mientras su abuela Hermi, de las Herminia de toda la vida, ya que su madre y su abuela se llamaban igual, rezonga con su acento eusko-galego.
-Pues igual de ahí les viene el nombre, porque son aves listas y de buen ojo, como tú, que siempre sabes cuando hay croquetas para venir a visitarme, rapaza! Y bien bonitas que son las rapaces, que vuelan como las cometas…-
-Anda ya! No hay ningún bicho que vuele como una cometa, te lo estás inventando!-
-Mira arriba. ¿Lo ves? Aquí en lo alto de este monte tan bonito que se llama Arraiz, se ven muchas cometas con plumas. Ese que se queda allí quietito, buscando su presa…-
-¿Está colgado con un hilo, como las bolas del árbol de navidad? Con el viento que hace y no se mueve…-
-Es un cernícalo. Así distingue bien su presa. Primero la localiza y después…¡Zas! Se tira a por ella.
-¿Y ese otro, que es como blanquito?-
-Un abejero. Le gustan mucho las abejas pero también nos ayuda con esa avispa tan grande y tan mala que viene de muy lejos…de Asia?, que son enemigas de las abejas. Y ya sabes que las abejas nos dan rica miel…
Pues es muy chulo…Y ese otro? Se parecen mucho pero no son iguales…-
-Es un Azor, las alas están rayadas por debajo, pero por encima es oscuro…y tiene los ojos rojos!
-Jo, abueli, yo no sé cómo los distingues, con lo lejos que están…Uy, que no, que ese está muy cerca y es muy grande, corre que nos cogeeeee!!!
-¡Ay rapaziña, no te asustes, que no come niñas!!! Es un buitre, aquí hay muchos y a veces puedes verlos de cerca, cuando se ponen entre las rocas junto al vertedero de Artigas. Tiene un primo que es todo blanco y negro y se llama alimoche.-
Y mira, ves el que vuela a su lado? ese es un busardo. Les gustan las mismas zonas, seguro que hay muchos ratoncitos por ahí…-
-¿Hay muchos más pájaros de esos? ¿Y hay comida para todos?-
-Hay muchas aves rapaces, sí, a veces veo al halcón peregrino que viene de visita a la zona de canteras, y a la aguililla calzada, y algún gavilán, y el elanio azul, aunque a ése sólo lo he visto una vez, y qué bonito era…y yo creo que sí, que hay comida para todos porque si no…no estarían por aquí, ¿No?-
-¿Ya no hay más? ¿Y el que vuela como una cometa? Porque yo no lo he visto, eh!
-A ver, tú que sabes inglés, ¿cómo se dice cometa?-
-Kite.
-Pues ahí los tienes, el milano negro, que en inglés se llama black kite y el milano real, que en inglés se llama…-
-Royal kite!-
-¡JaJa! Pues no, rapaza, es más fácil, ves el color que tiene…pues se llama red kite.-
-Uala….y tú como sabes esas cosas? ¿También sabes inglés?-
La abuela Hermi suelta una risa de las de dentro, de la que crece como una burbuja desde la tripa hasta la garganta y borbotea de alegría.
-No, mi niña, yo tengo Google!
Dedicado a todas las abuelas y amamas que cuidan de sus nietos en estas navidades. ¡Por muchos años!
A las siete de la mañana, saliendo de casa todos a la vez, ya que tenemos el horario tan, taaaan restringido que no nos queda otra…y por no mezclarnos ni formar multitudes, acabamos formando manifestacion, como estorninos de paso
Y siempre habrá vigilantes ojo avizor para detectar intrusos, a saber, personas mayores de 70 años entre los deportistas, carritos de niños o perros de peluche…
O expertos en ejercicio y nutrición que nos informen de la mejor manera de aprovechar estas escasas horitas para sacarles el mayor rendimiento…
Mientras los madrugadores balconeros nos jalean al pasar, deseándonos buenos días y pocas multas, y ejerciendo su derecho a opinar…
-Que estoy echando pluma, malpensada! Si me tienen a dieta de gusanitos flacos…
y después de una buena caminata llegamos a lo más alto, disfrutamos cinco minutos de las vistas, y p’abajo otra vez, que hay que dejar sitio a la siguiente oleada
Y ya que estamos, critic…..digooooo, opinamos….
Ha sido corta pero intensa la caminata y al bajar dejamos paso a las juventudes, los mayores de 70 que todavía suben al monte, aprovechando sus horas de paseo. Allí no les cogerá el virus, seguro!!!
Mañana más….o menos, que ahora que nos dejan hacer tantas cosas, no tenemos tiempo para todo!