Subida al Paga

El monte Pagasarri, día 4 del febrero pasado.

Veamos la hermosísima luna captada al anochecer del día 3 de febrero.

Y ¿Qué ha pasado al despertar del nuevo día??? Pues que se ha asentado la niebla- veni, vidi, vici-por la mañanita temprano, cuando los pajaruelos están comenzando a bostezar…

…y no se ve ná de ná. Aquí decide nuestro pajarero que es el momento perfecto para una subidita al monte. (Y aquí nos cuenta unas cuantas cositas interesantes si quieres empezar a corretear montañas.)

Dicho y hecho, makila en mano y con buen ánimo, asciende hasta la cima del Paga, se acerca al refugio de todos conocido donde calentar el alma con un buen caldo y procede a descansar un ratito.

Peeeeero, no deja la cámara en casa ni por un día, así que se aposenta bien aposentado, rasca el bolsillo en el que suele llevar algo para las avecillas curiosas et…voilà!!!

Comienza el desfile: llega este pinzón macho con cara de portero de discoteca.

Mío. He dicho míoooooooo, es todo mío. El que quiera algo, que pague por entrar…

Mientras nuestro pajarero disfruta del merecido bocadillo, esta avecilla de intensos colores prenupciales se pasea por la zona inspeccionando el mejor manjar…

Buffet libre de pipas, frescas, fresquitaaaas, Y todas para míiiiiii.

…recoge provisiones para un buen almuerzo y se retira discretamente. Al segundo, el carbonerito baja del árbol cercano, desde donde entonaba su rítmico tit-tit, coge un buen bocado y vuelve a las alturas.

Pero qué ven mis ojos! Hay cacahueteeeeeeeessss! A ver cuantos me caben en el pico…

Y es entonces cuando la afluencia de pajarillos se vuelve algo borrosa…¿Es el mismo garrapinos o ha venido con toda la familia?

Sssssslurp!

Comienza tímido, picando un leve copo como buen catador, no vaya a ser que le siente mal…

Tengo que pedir que me corten los trozos más pequeños, que no me caben en el pico…

…y se viene arriba, parece que le gusta

Este me lo llevo para la despensa…

y vuelve otra vez…no estoy segura, creo que no es el mismo…

Jo, es que está muy rico!

…o es un tragaldabas!

Puf, me voy a empachar…

Tras el carbonerito garrapinos aparece tímido, saltito a saltito, el herrerillo. Mira de reojo al perrillo cercano…y parece descartar posibilidades de peligro: el cánido está muy entretenido con los restos de pan con chorizo…

Y mientras el descendiente del lobo hace mimos a los humanos, yo me aprovecho…

En consonancia con el menudo pico que posee, escoge una minúscula miguita…y repite varias veces. Será para no atragantarse…

…aunque con mi pequeño pico no me da para más…

Y aquí tenemos a nuestro salteador de caminos, el siempre omnipresente petirrojo. Aunque no parece muy interesado en la barra de pintxos…

Yo sólo bajo pa’ la foto.

…Hasta que decide que ya, de perdidos al río, o lo que es lo mismo: ya que pasaba por aquí, me tomo un tentempié…

O aún lo pones en duda?

Y con él nos despedimos. Tragonzuelos…

Carbonero garrapinos, piratilla del bosque

Ya hace un año de estas imágenes, tomadas en un día gris, con las nubes grises y el campo…gris? Pues también. Se nos apareció con ínfulas de capitán pirata, escogiendo para ello el tronco partido preferido de los colirrojos, desafiando a quien quisiera quitarle el puesto, rememorando a Espronceda…

carbonero garrapinos
Con diez cañones por banda,/ viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela/ un velero bergantín:
bajel pirata que llaman,/ por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido/ del uno al otro confín.

Clamando al cielo lloviznoso por un rayo de sol que le llevara a buen puerto, desafiando con sus trinos a cualquier corsario circundante de aviesas intenciones.

carbonero garrapinos
La luna en el mar riela,/ en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento/ olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,/ cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,/ y allá a su frente Stambul.

Exhortando al dios del viento por una buena ráfaga que le despejara el día, donde volar pudiera sin temor a desplumarse.

carbonero garrapinos
Navega velero mío,/ sin temor,
que ni enemigo navío,/ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,/ ni a sujetar tu valor.

Contando y recontando los bichillos que pudiera merendar, ya que la travesía es larga y hay racionamiento…

carbonero garrapinos
Veinte presas/ hemos hecho/ a despecho/ del inglés,
y han rendido/ sus pendones/ cien naciones/ a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,/ que es mi Dios la libertad,
mi ley la fuerza del viento,/ mi única patria, la mar.

…pirata de vocación y apariencia, con mancha clara en la nuca que le distingue de los otros carboneros, el común, el palustre y el montano, quedando claro quién es el que lleva el pañuelo corsario.

carbonero garrapinos
«Allá muevan feroz guerra/ ciegos reyes/ por un palmo más de tierra:/
que yo tengo aquí por mío/ cuanto abarca el mar bravío,/ a quien nadie impuso leyes.

Y botas de caña alta color azul grisáceo o gris azulado, en función de la luz que traiga la tormenta.

carbonero garrapinos
Y no hay playa,/ sea cualquiera,/ ni bandera/ de esplendor,
que no sienta/ mi derecho,/ y dé pecho/ a mi valor.»
Que es mi barco mi tesoro,/ que es mi Dios la libertad,
mi ley la fuerza del viento,/ mi única patria, la mar.

La cabeza es de color negro intenso con una llamativa franja blanca que nace en la base del pico y se extiende por las mejillas hasta casi la nuca, recordando al pirata Barbablanca.

carbonero garrapinos
A la voz de ‘¡barco viene!’/ Es de ver/ Cómo vira y se previene/ A todo trapo a escapar:
Que yo soy el rey del mar,/ Y mi furia es de temer.
 
»En las presas/ Yo divido/ Lo cogido/ Por igual.
Sólo quiero/ Por riqueza/ La belleza/ Sin rival.

Que es mi barco mi tesoro, / Que es mi Dios la libertad,
Mi ley, la fuerza y el viento, / Mi única patria la mar.

Viste en pecho y vientre color blancuzco u ocre en función de la edad y época del año, cual librea desgastada por la marejada y los vendavales.

¡Sentenciado estoy a muerte!/ yo me río:/
no me abandone la suerte/ y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,/ quizá en su propio navío.
Y si caigo,/ ¿qué es la vida?/ por perdida/ ya la di,
cuando el yugo/ del esclavo,/ como un bravo,/ sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,/ que es mi Dios la libertad,
mi ley la fuerza del viento,/ mi única patria, la mar.

Y llega el rayo de sol realzando la coloración pardo grisácea del dorso y las las barras alares claras, cual galones de corsario ganados en mil batallas.

carbonero garrapinos
Son mi música mejor Aquilones,/
el estrépito y temblor de los cables sacudidos,/
del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones. /
Y del trueno/ al son violento/ y del viento/ al rebramar,
yo me duermo/ sosegado,/ arrullado/ por la mar.

Quedando el mar en calma tras la tormenta. Aquí reposa el capitán pirata cantando, de nuevo, alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente, Estambul. Hasta la próxima tormenta!

Que es mi barco mi tesoro,/ que es mi Dios la libertad,
mi ley la fuerza del viento,/ mi única patria, la mar.

Rafael Ajanguiz Letona 05/11/1932-03/12/2020

Para mi Aita, mi pirata peferido: aunque tu mente se perdía en otros vericuetos, nunca olvidaste declamar este poema con tu mejor cara de pirata, haciendo reír a todos los que te rodeaban y querían. Nos vemos más allá de Estambul.

Herrerillo común

Pequeñito, gracioso, adorable, simpático, muñequito, colorido, curioso….todo lo que se diga del herrerillo es poco.

Es un ave muy común en nuestros bosques, pero tan inquieta que no llegamos a divisarla con facilidad. Se confunde con su pariente el carbonero común, con el que comparte el pecho amarillo y mejillas blancas.

Con la cara lavada y recién peinao

Llama la atención su color azul en alas y capuchón, junto con la leve corbata negroazulada de su pecho. También las patas muestran una tonalidad gris azulada.

Recuerda: pelo punki azulón, botas molonas y corbata de boda

La frente blanca destaca entre el azul brillante del píleo y el antifaz, finamente delineado, de sus ojillos negros.

y la máscara del Zorro! pero sin tomar el sol, por eso estoy tan blanquito

El dorso, en pequeño contraste, nos enseña una zona más verdosa, como si se hubieran mezclado los otros tonos…

tengo la espalda del color de la hierba bajo los robles

Y su pico, diminuto pero fuerte, constituye la herramienta ideal para su variada dieta compuesta de semillas, frutos, brotes y bichillos varios.

Pico piquito picón, pequeño pero matón

En los juveniles se puede apreciar una coloración amarillenta en frente y mejillas

de perfil, se ve ahora?

con menor cantidad de azul, dandole un aire más despejado y mejor peinado

me he peinado p’atrás, para que veáis el colorcillo amarillo del que os hablaba…

En las viñas del camino, residencia y descanso de numerosas aves, el herrerillo común encuentra una buena sombra con picoteo al gusto, ya que entre los frutales localiza diminutos animalillos

herrerillo común
Gustáis? Hay para todos!

cortando en este proceso algunas florecillas, por lo que también se le conoce como picaflor o cortaflor, pero como para sacar adelante una nidada de 4 o 5 pollitos hacen falta miles de orugas y larvas, es de gran ayuda para los agricultores.

trabajando sin parar, no veas lo que tragan los churumbeles…

Aunque luzca pecho amarillo como el carbonero y tamaño similar al garrapinos el herrerillo es fácilmente identificable, aquí tenéis una comparativa para distinguirlos.

carbonero
Carbonero común, cabeza negra, mejillas blancas, pecho amarillo
garrapinos
Carbonero garrapinos, cabeza negra con penacho blanco, mejillas blancas, pecho ocre
y el más guapo de todos, está claro, no? azulito, pecho amarillo y antifaz!

Hasta aquí el post de hoy. Otro día hablaremos más y mejor de estos simpáticos pajaruelos, nos vemos!