El primer contacto con el cistícola buitrón es un característico sonido que cruza el aire. Y nada más. No se ve pájaro volando, Txip! No se ve avecilla posada, Txip! No consigues localizar de dónde proviene ese sonido…
Sientes que algo te observa, te analiza, te espía, Txip!
Miras en todas direcciones: nada por el cielo, nada por la hierba, nada por el horizonte. Mientras, el fondo musical continúa Txip-Txip-Txip…
Y cuando estás a punto de rendirte, por el rabillo del ojo ves una diminuta figura que toma forma sobre una brizna de hierba. ¿Tan pequeña? ¿En serio?
Allí está, sobre el manto verde, o la espiga color de sol, o la resalada margarita. Un pajaruelo de tonos terrosos con blancas puntas en la corta y redondeada cola…
…espalda pardo-rojiza con listas oscuras por todo el cuerpo, vientre blanquecino, y piquito ligeramente curvado.
Pues bien: ahí donde lo veis, de unos 10 cm de tamaño y un peso de 8 a 12 gramos, si tenemos en cuenta sus nombres vernáculos -es decir, los propios de cada región-, se convierte en el pajarillo más grande y fuerte del lugar.
Atención: cierrapuños, tumbabarcos (Huelva y Sevilla), tumbacarretas (Doñana), esclafamuntanyes (revientamontañas , por Valencia), esto para empezar alabando su fuerza desmedida.
Por Huelva exageran un poco su tamaño, llamándolo bueyesito…
Haciendo referencia a su peso y exagerándolo «sólo un poquito» : cienlibras, en la zona de Doñana.
En otros lugares como en Badajoz y Teruel se tiene en cuenta su pequeño tamaño, disminuyéndolo aún más: pájaro mosca y moscareta.
También se le conoce como peti-rei o reiet que significaría pequeño rey, en el delta de l’Ebre…
…y por múltiples nombres de procedencia onomatopéyica como titet, sit, tintin, trit. En Montalbán, pajarito del quejío, de tanto que se queja el pollo!
Por Huelva/ Sevilla, utilizan el simpático apelativo de zosquitito.
Y en nuestra zona, el pajarillo de los juncos, ihi-txori.
Como veis, es una humilde avecilla de gran fuerza y habilidad en el imaginario popular, capaz de romper montañas y hundir navíos. Pero para mí, siempre será el resalado cantarín que pega saltos en el aire al ritmo incansable de su ¡Txip-Txiiip!!!
Agradecimientos: Fuentes diversas.
Disfrutemos, celebremos, gocemos de la variedad que enriquece nuestra cultura.