Cuarentena

Llevamos ya un mes de confinamiento, en nuestra casa encerrados, pasando un síndrome de abstinencia pajareril que combatimos con nuestras mejores armas: paciencia y nuestra fiel compañera, la cámara fotográfica. También tenemos otra compañera, nuestra perrilla Itzal, siempre presta a dar el antepenúltimo paseo…hasta el sofá. Cuando esto termine, va a salir rodando!

Con lo bien que estoy yo al solcito, anda no molestes….

Con esto de tener la ciudad vacía, parece que algunos de nuestros pajaruelos habituales se animan a hacernos una visita. Estábamos acostumbrados a los gorriones, a los colirrojos, a los petirrojos, ….pero es la primera vez que veo una curruca capirotada, a punto de asomarse a mi ventana.

Durante un par de días hemos tenido unos cuantos por aquí, deleitándonos con sus cantos y su presencia y ayudando con los mosquitos de la zona, gracias!

Qué tenéis de comer hoy?

En el tejado frente a mi ventana, los gorriones construyen el nido. Para ello, me han robado musgo del murete de entrada, pelos de perro y alguna fibra enganchada en la verja, de los días de viento.

Bajo las mismas tejas, varios nidos. Cuando nazcan los polluelos, esto va a ser un sinvivir…

El colirrojo tizón, otro habitual de la zona. Todas las mañanas emite su canto subido a la antena de la casa adyacente. Y de vez en cuando nos deja sacarle alguna fotico…

Me tomo un descanso y luego sigo…

Y su compañera, haciéndose la interesante

¿Interesante? y quién te crees que está construyendo el nido?

Todos, tooooodos los días nos despierta nuestro compañero más madrugador, el petirrojo. Y en ocasiones, hay conciertos a tres o cuatro voces, perfectamente repartidos entre los cuatro arbolillos de la zona.

Este es el mío, no pienso compartirlo con nadie!

El carbonerito de la zona, llamando a su compañera. Tit tit…tit tit…

Que ya tengo la cena lista! A comeeeeerr!!!

Y ayer mismo, un numeroso grupo de jilgueros rivalizaba en cantos o riñas, no estoy muy segura…

Que me han quitado los cardos, que son míos!

Y este sí que no me lo esperaba, un chochín! Acaba de regalarme su mejor trino. Espero que esté construyendo el nido por aquí…

Pues me lo estoy pensando, parece un buen sitio…

El tiempo va pasando, ya falta menos.

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