En el mes de octubre, aprovechando la bonanza del tiempo otoñal, el equipo de Txoritxikiak cambió sus pastos habituales por otros más de llanura.
Decidimos acercarnos a los humedales de Salburua, en Vitoria, una de las zonas verdes integradas en un espacio urbano más interesantes. Cerca tenéis el barrio okupado de Errekaleor, por si queréis echar un vistazo a los murales que allí se exhiben.
La sensación de estar transitando por un espacio salvaje a la vez que se siente la cercanía de la ciudad es una experiencia muy estimulante. Extensos caminos de largo recorrido, rodeados de aves, pequeña fauna, algún perrillo aventurero (recordad siempre llevar atados a los perros, es una zona de gran diversidad y les resulta muy incitante…), charcas con diversas anátidas como el ánsar común…es un pequeño paraíso para perderse.
Era la primera vez que conseguíamos fotografiar de cerca a todas estas aves y lo disfrutamos a tope.
Nos enamoramos de la cerceta común, la hembra con su joyita particular en el ala…
…y el macho con sombra de ojos color verde…
…Las escondedizas agachadizas…
…y las coloridas avefrías, con su distintivo penacho al viento, todas ellas en la balsa de Arkaute.
El peculiar rascón tiene la habilidad de mimetizarse entre la vegetación, pero este día conseguimos ver a tres de ellos rebuscando en el barro, juveniles seguramente dada la ausencia de color en el pico…aunque con tanto barro es difícil asegurarlo!
De fondo musical, la berrea de los ciervos.
Ellos, inquietos, dejándose la voz en cada llamada…
Ellas, relajadas, gozando de los rayos del sol junto a la orilla…
A la salida del mirador de Las Zumas, escondido bajo un arbolito semihundido en el agua, encontramos este juvenil de martinete. Concentrado en su vigilancia, ignorando a los pocos transeúntes que se percataban de su presencia.
Y ya terminando el paseo, entre la sombra de unos arbustos reconocimos al cetia ruiseñor, un pajarillo que normalmente se oye pero no se ve…y que nos concedió el honor de asomarse a saludar.
Es una visita obligada, la naturaleza salvaje en el centro de la ciudad. Más difíciles de ver son otros animales como zorros, jinetas, comadrejas, tejones, jabalíes…pero estar, están. Que me lo ha dicho un pajarito..
¡Volveremos!