Divertido pajarillo de fácil identificación, tiene la costumbre de salirnos al encuentro en montes, parques y jardines.
Es habitual de nuestros campos y laderas, aunque lo que parece curiosidad por su parte es en realidad una muestra de su fuerte carácter territorial
ya que, en realidad, el petirrojo gusta de vivir solo en un determinado espacio que controla ferozmente, no dejando a ningún intruso penetrar en él.
Su canto dicharachero avisa a los individuos de su misma especie de que no son bienvenidos, dejando claro que considera suyo el terreno en el que reside,
y las melodías que pudieran parecer distendidas charlas, son en realidad una declaración de intenciones….nada buenas.
Parece ser que no tienen horario para emitir su cántico territorial, todas las horas del día son válidas…aunque es más llamativo al amanecer.
A pesar de su genio, es un avecilla de aspecto tierno, redondito y amable
que en ocasiones, nos ofrece curiosas poses como ésta, en la que se muestra compungido y solitario, es dura la vida sin amigos…
o esta en actitud vigilante de la viña, no vaya a ser que venga una bandada de pinzones y se lleve todos los gusanitos…
o un par de currucas capirotadas que termine con las uvas, con lo que me gustan…
controlando lo que hacen los humanos, que aquí seguro que no me ven…
y despidiéndose de los pajareros hasta la próxima ocasión. Nos vemos!