O también conocida como gaviota polar, que para eso se viene desde un lugar tan frío, para presumir, tan guapa y tan blanquita. Este es un ejemplar de primer invierno (eso creo, es la primera vez que veo una…)
La vimos a principios de Febrero y los entendidos del lugar nos dijeron que llevaba unos días por allí. En nada, estabamos ya todos los pajareros al acecho.
Es una gaviota propia del Ártico y , por lo que me cuentan, este ejemplar pudiera provenir de Groenlandia. Solo una minoría de estas aves, en general inmaduras, migran para pasar el invierno en Islandia, Noruega o Escocia. Y a veces se deciden a visitar el Guggenheim y a sus primas de Bilbao.
Tiene un tamaño similar al de las gaviotas autóctonas, como se puede comprobar…
…pero más deslavada. Tiene una característica propia de las llamadas Gaviotas blancas: junto con el Gavión hiperbóreo, es la única de las gaviotas grandes que muestra en los adultos primarias blanquecinas.
En cuanto suban las temperaturas se volverá a su lugar de procedencia, situado en la zona ártica. Existen dos tipos de gaviota polar, la groenlandesa, como ésta, que aparece esporádicamente en nuestras costas…
…y la canadiense, que llega a visitar las islas británicas pero no suele bajar más al sur.
Preciosa visita de esta belleza blanca. Quizás el próximo año se anime a venir otra vez, ya con su plumaje de adulta.
¡Te estaremos esperando!