Llega la tormenta, 1ª parte.

Se acabó el verano extendido a lo largo de tooodo el mes de octubre y parte de noviembre. Este año el ahora denominado «veroño» se ha quedado más tiempo del habitual, llegando a coincidir con el movimiento migratorio de miles de aves.

Si añadimos las tormentas propias de la época a tan inusual situación, obtenemos como resultado una mayor afluencia de pajarillos viajeros en nuestras costas…como ha sucedido en la conocida como playa de la Bola, en Algorta.

El primero que nos ilusionó fue este charrán. Elegante, rápido, estilizado, con frente blanca y pico negro…¿con pico negro? ¿será un charrán ártico???

Lo observamos bien. Sus giros y evoluciones…

…piruetas y picados…patas rojas…

…vuelo veloz, incisivo..

…chapuzones buscando alimento…

…Pero no. Como se aprecia por las marcadamente oscuras primarias, es solamente un juvenil de charrán común. Y las ilusiones que nos habíamos hecho…

A cambio de nuestra decepción, se esforzó en deleitarnos interaccionando con otro visitante, este ejemplar de colimbo chico,

el cual recorrió de lado a extremo y de punta a cabo toda la playa de la bola, desde las rocas bajo el paseo hasta el edificio de la Cruz Roja, solazándose en el momento de calma entre lluvias y ráfagas racheadas…

y manteniendo pequeños altercados con el chico de la boina.

Nos han contado que nuestro charrancillo estuvo importunando también a un cormorán de la zona, en su empeño por robarles algo de comida…y en todas las ocasiones se fue con el pico vacío. ¡Otra vez será, compañero!

Tras un par de chaparrones y notando que el viento se iba enfureciendo, dimos una rápida vuelta de reconocimiento hasta que… encontramos a esta pequeñina. Lo que en principio nos pareció una reidora con las alas demasiado oscuras, resultó ser una gaviota enana.

Aguantamos bajo la lluvia el tiempo suficiente para una tirada de fotos y dimos por terminada la sesión, pensando en volver cuando se calmase la tormenta.

El mal tiempo también trajo hasta la playita a otro visitante inusual, el correlimos tridáctilo…tenía una de sus patitas un poco perjudicada y temimos por su supervivencia, pero…

…-continuará-…

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