La primavera llegó y nos llenó de agua. Marzo y abril han estado soltando lágrimas como buenas plañideras, inundando acequias y algún abrevadero escondido, buen criadero de tritones.
También nos han traido a una dicharachera visitante.
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Se le puede ver correteando árbol arriba árbol abajo, saltando entre ramas, inspeccionando el terreno…
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…buscando escondrijos para sus vituallas invernales…
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…desafiando a los cánidos que merodean por la zona, con su agilidad para provocar y salir volando.
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En unos cuantos encuentros nos ha dejado bonitas imágenes como esta, en su posición preferida, desafiando a la gravedad…
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Pero lo mejor ha sido la última sorpresa: parece haber encontrado su media naranja.
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¿O sería mejor decir su media avellana?
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¡Nos vemos, ardillita roja!