En un viaje relámpago en mayo a Candeleda, en Ávila, nos acercamos a la laguna del Rincón, donde cigüeñas y garzas forman verdaderas comunidades sobre las copas de los árboles.
Y esta es la historia de un pequeño milano valiente dispuesto a soportar rayos, truenos y aguaceros diversos, y de los incautos fotógrafos que se enfrentaron a una tormenta inusitada.
Nuestro amigo llegó mientras el avezado fotógrafo y su fiel ayudante preparaban los enseres para una sesión fotográfica de las numerosas cigüeñas anidadas en el lugar. Vio la cámara, el trípode, el teleobjetivo preciso…
…y se preparó para la sesión de fotos.
Acicaló con esmero su plumaje…
…volvió la mirada hacia el frente, donde reposaban un par de garzas y tres cigüeñas…
y ante el acercamiento de la tormenta, mientras el paisaje se oscurecía revisó la retaguardia por si volvía el cernícalo que acababa de sobrevolar la zona…
…se removió en la rama apoyándose con mayor seguridad…
…y decidió desafiar al señor de la cámara son su mejor mirada a lo Clint Eastwood.
En ese momento, pareció constatar que los dos humanos y el perro que lo observaban encandilados no pertenecían a ninguna especie conocida de la zona…
Y no nos dio tiempo de escondernos: aquí su última mirada de advertencia…
…y la veloz huida…
…hasta el lejano tronco seco donde permaneció, estoico, mientras la tormenta descargaba, arreciaba, inundaba la zona , nos apresaba en el interior del observatorio asustados ante tanta virulencia, se relajaba, remitía, volvía a salir el sol…y dejaba unos destrozos fotográficos cuantificables: una intensísima ráfaga tiró la cámara al suelo desmontándola con el golpe. Pero eso sí, antes de la catástrofe, conseguimos sacar unas fotos chulas de nuestro milano…¿A que si?
Voy a intentar describir la experiencia: susto, emoción, alucine y huida.
No es para menos. Nos llega la noticia de que hay una chotacabras anidando muy cerca de nuestra casa, en una localización pegadita al camino que realizamos día sí día también en nuestros paseos montañeros. Así que nos aventuramos por la zona en la que más o menos suponemos que podemos verle, u oírle….pero jamás hubiera pensado en tropezarnos con ella, justo sobre el nido. Así que la primera impresión fue susto:
Mecachis!!! Intrusos!!!
…el que se pegó la pobrecilla y el que nos dimos nosotros, al darnos cuenta de que teníamos el nido justo al lado, casi a nuestros pies. La cámara se disparó sola y captamos esta imagen de su cola. Por ello sabemos que es la hembra, ya que se supone que los machos tienen ciertas blancas marcas en la cola. Y que, al parecer, ellos vigilan el nido al amanecer y al anochecer, y era casi mediodía. Cuestión de probabilidades…
Sin avisar no se hacen visitas, sois unos maleducados…
Voló hasta la rama más cercana del cercano eucalipto. Allí desplegó su mejor arte: simular que sufre alguna herida, para que el enemigo decida perseguirla a ella en lugar de atacar el nido. Y allí estábamos nosotros, atacados por la emoción…
… al ver que el nido se encontraba tan cerca, y que ya tenía dos huevos. Hay que aclarar que los días previos había llovido como para llenar dos pantanos y no esperábamos que el nido (o no nido, ya que ponen los huevos sobre la propia hojarasca), hubiera resistido. Es muy habitual que las avecillas pierdan las nidadas ante una climatología especialmente adversa. Pero no, ahí estaban, perfectamente a salvo.
Hasta que habéis llegado vosotros y me habéis obligado a abandonarlo. ¡Ospa ya!!!
La hembra de chotacabras continuaba haciendo aspavientos para distraernos de su futura nidada.
Uy uy uy, pobrecita de mí, que estoy aquí malherida…
Dejó caer su ala con aire lastimero, intentando atraer nuestra atención…
¡Pero si no me estáis haciendo ni puñetero caso!
…cosa que consiguió, por supuesto. Nos tenía alucinados con su estrategia…
Pues ahora que lo pienso, no me parecéis muy peligrosos…
…pero la situación era muy incómoda para ella, así que decidimos cambiar de posición para alejarnos de su vista, intentando molestar lo menos posible…
Ya se van, ya se vannnn…un ratito más de pose lastimera…
…y en cuanto la vimos más relajada, emprendimos la huida. Pasito a pasito, eso sí, para no alterar la paz del bosque. Tras esta imagen de nuestro último vistazo, la vimos volar hacia la zona del nido.
La próxima vez que vengáis sin avisar, traed unos gusanitos o algo…
En pocos días nacerán los polluelos, ojalá tengamos la suerte de verlos. Seguiremos informando…
Entre las simpáticas bisbitas tenemos a nuestra visitante habitual de invierno, la bisbita pratense, y a la turista veraniega, la bisbita arbórea. En estas temporadas es fácil deducir cuál es cuál, ya que la otra no está, pero en épocas de paso se me hace especialmente difícil si no oigo el canto: nuestra pratense tiene un bisbiseo más sencillo que la arbórea, cuyo canto es más melodioso. Físicamente son tan, tan parecidas que a simple vista no doy una….
…Y después de mucho investigar y basarme en muuuuchos expertos, paso a elaborar una pequeña lista de detalles a tener en cuenta.
Bisbita pratense: atentos al dato, su época es el invierno. Canto básico, bisbis.
Pico fino y su base o mandíbula inferior de tono: amarillo-naranja
Patas tirando más a color: carne-anaranjado.
Quédate con lo más sencillo. ¡Naranja!!! Yo me quedo quieta para que te fijes bien…
Es la bisbita más habitual con diferencia y un ave migratoria que se puede ver en España durante el invierno. Muy habitual en los verdes prados de toda la costa Cantábrica.
La cabeza y el dorso son de color marrón fuertemente estriados.
Parece que me han peinado desde la frente hasta el cu-cu…
Estriado del flanco igual que el del pecho: las pequeñas rayas que lo atraviesan tienen en los dos el mismo tamaño, por lo que se distinguen mejor en la distancia, dando una sensación de continuidad.
La ceja es de un color ante disimulado, poco marcada.
Eso significa: espalda oscura y aspecto en general oscuro
Uña posterior muy larga. La uña es llamativamente más larga que la longitud del dedo.
Osea, lo flipassss. Muy, muy larga. Como para rascarte la nariz…
Recuerda: es muy parecida al bisbita arbórea, pero puede distinguirse porque la pratense aparece en invierno y la arbórea en verano.
Bisbita arbóreo: llega en primavera. Canto más melodioso, variedad de notas.
Pico ligeramente más robusto que en la pratense, con la base rosada.
Mírame a los ojos y dime de qué color tengo el pico…
Patas claras, tirando más a rosado.
Y ahora concentra tu atención en mis patas…rosadas?
Con la uña del dedo posterior corta (igual o menor que el dedo).
La ceja blanquecina, más visible que en la pratense.
Estriado del flanco menor que el del pecho.
¿Ves cómo mis rayitas laterales se hacen más suaves? Si me ves de lejos, parece que estoy un poco deslavada.
Es la única bisbita que se ve por el verano (excepto la alpina, pero está en montaña). Se alimenta en el suelo como el resto, pero se posa normalmente en los árboles o arbustos. Se encuentra en brezales con árboles dispersos, bosques abiertos y bordes de bosques.
Y en el monte Arraiz nos ha proporcionado este bonito espectáculo: el vuelo nupcial de la bisbita arbórea. Desde un posadero elevado, asciende casi en vertical, comienza a cantar cuando ha alcanzado la mayor altura y se deja caer en una postura de alas extendidas y cola alzada, como un paracaídas, a la vez que emite su melodía.
Bis bis piuuuuuuu, subiendo hasta el décimo piso!Comenzando el descenso desde las alturas mientras lanzo cantos brevesVisualizando a mi novia mirando extasiadaMomentos de tensión al divisar la pista de aterrizaje, en lo más alto del ese arbusto…Cuidaoquevooooyyyyyy
A la derecha, más a la derecha…Mmmmm. Delicioso el canto de amor de mi chico…¡Vas bien, todo recto!Se está equivocando de arbusto…¡Que te estás pasando de largooooo!¡No importa, repito el vuelo hasta que me salga perfecto!
Y lo repitió. Como veinte veces. Se tomaba un descansito para saludar a la novia, y vuelta a empezar. Es la primera vez que vemos el vuelo nupcial de esta amiguita, la bisbita arbórea. ¡Y nos encantó!
Santoña, sábado morning, soleado y cálido día. Extenso paseo por toda la zona de marismas sin ver más que alguna garceta despistada y unas cuantas gaviotas. Y el sol apretando. Buscando la sombra para descansar un ratito se nos cruza una imagen por el rabillo del ojo…
Toda la marisma para mí solita, no hay competencia hoy.
…y enfocamos nuestras miradas hacia esta fantástica garza imperial que se pasea por la orilla echando pequeños vistazos al agua.
Nada por aquí, nada por allá…ni una triste gamba que llevarme al pico…
El fotógrafo ni respira mientras prepara la cámara. Hasta nuestra perrita ha detectado la tensión y corre a buscar una sombra, sabiendo que vamos a estar un ratito largo sin movernos.
Mmmm, bocado a la vista…
Nuestra preciosa ardeida apunta con su largo pico a modo de arpón fijando su objetivo…
Te pillé! glu glu, eres mía!
…y en lo que dura un click sin darnos tiempo a pestañear ya se ha lanzado a por su presa.
o no….glu gluuuuuu
No parece tan fácil sacarla, se produce una pequeña pelea…
Dé-ja-te coger, condenadaaaa!
…y la cabeza de la garza emerge con algo firmemente atrapado en su pico…
Buffff, como se menea la culebrilla…
…que resulta ser una hermosísima anguila, retorciéndose…
La tengo! La tengooooo!
…y enroscándose en el afilado estilete, buscando la forma de liberarse de su captora…
Getedegesdenroscarenmipico!Genomedejasrespirar!
…casi trepando por su cabeza…
conlabocallenarecuperandoelaliento
…intentando escurrirse y rebelándose hasta el punto en que muerde firmemente la parte inferior del pico. Y no se suelta!!!
Que me sueltes!!! Ríndete a tu destino!
Durante unos instantes parece que se van a quedar así, en tablas. Ni la garza se deshace de la anguila ni la anguila se suelta del pico.
No me has dejado opción, si no quieres por las buenas, será por las malas…
Hasta que el ave le da un par de meneos, golpes contra el suelo, sacudidas, la agita en el agua con decisión…
Ahora sí, ya no creo que se me rebele…
…y consigue ganar la pelea. Y lo siguiente que hace la garza nos sorprende:
Mmmm, parece que ya no se mueve. No me estarás engañando?
Deposita a su presa muy suavemente sobre la hierba, la observa unos instantes…
Aquí, guardadita para luego.
…y se da media vuelta. ¿Ha realizado un trabajo tan duro y ahora no se la come?
Vamos a ver, que si me la como ahora que estoy cansada después de lo que me ha costado dominarla, me va a sentar mal…
Pues estará llenando la despensa. ¿O quizás era un regalo para su novia?
Ya quisierais vosotros esta anguila para una buena paella. Ale! A comer bocadillo!
Y allí la dejamos, oteando de nuevo la superficie del agua, preparando la comilona del domingo.
Asoman tímidamente entre la espesura al comienzo de la primavera, llegadas del África Occidental.
Se nos distingue por el brillo de los ojos…y el penacho molón.
Ligeramente rechonchos, de largo pico color naranja, vientre de tonalidad amarilla y flancos pardos…
Parece que tengo barba de abuelete…
…y dorso pardo-verdoso color camuflaje perfecto. Fácilmente confundibles con cualquier pajarillo de los marrones, ya sabes, mosquiteros, curruca zarcera, colirrojos por detrás…si lo quieres identificar por la espalda, lo llevas claro.
No exageres, yo tengo un perfil mucho más agradable a la vista…
Para que podáis comparar y diferenciar: los mosquiteros son ligeramente más pequeños y de aspecto más delicado, no como el zarcero que parece un mocetón de pueblo…
Mosquitero musical, pico oscuro y pequeño, para pillar bien los mosquitos, pero tengo la ceja amarilla como el zarcero.Zarcero comun, pico más largo y claramente frutal, digooo, naranja! me pirro más por los bichitos más grandes…Mosquitero comun, pico oscuro y breve, con la ceja menos marcada. Ah! y patas negras o muy oscuras!
Le gustan mucho las zonas con arbolado bajo y arbusto pinchudo, a ser posible con algún arroyuelo cercano. Es el rey de las zarzas, como su nombre indica…
Y de los espinos blancos, con buena dosis de sol.
…aunque otro de sus lugares favoritos se encuentra en las laderas del monte Arraiz: las viñas.
No hago distinciones entre todo tipo de bayas y frutos. Y entre tanta comida vegetariana, de vez en cuando cae algún bichillo…
Esconde sus nidos en el entramado arbustivo, aprovechando los brotes algodonosos de algunas plantas y el tejido de las arañas, una mezcla muy resistente.
Nos quedamos en nuestras zonas de reproducción hasta finales de verano, cuando las crías ya están fuertes y pueden volar lejos, al calorcito de África, donde pasamos el invierno.
Y…¿Sabes porqué al zarcero común también se le llama zarcero políglota?
Entre sus cantos más o menos melodiosos introduce imitaciones de otras especies, ¡convirtiéndose así en un entendido en lenguas!
O por lo menos en un buen imitador…
Algún día te cuento todo lo que dicen de tí, jiji…
Todo empezó hace unos tres años, cuando descubrimos un par de cornejas de extraño aspecto: tenían las patas y picos de un rojito subido. Pues va a ser que cornejas, de las negras, esas cornejas metomentodo…no son.
Buen ojo, pajarera. Somos primas de las cornejas, y de los cuervos, y de los arrendajos…
Al año siguiente, el año de la pandemia, comprobamos que se habían reproducido. Que nosotros sepamos, claro…Un año había dos y al siguiente, cinco, tres de las cuales eran juveniles. Blanco y en botella, leche, digooooo, chova.
Y pasa el tiempo. En el año posterior les perdimos la pista. Es cierto que alguna chova perdida aparecía de vez en cuando por las campas, entre las vacas. O entre las torres…
Buen puesto de observación, desde aquí controlamos a los gusanitos y lombrices que no saben lo que se les viene encima…
…hasta hoy, que ha amanecido soleado. Primer domingo de Mayo, día de la madre, un día perfecto para subir a regodearnos en la naturaleza, ya que también es el día del trabajador y aquí no trabaja ni d…eso, que no trabaja nadie.
Perfecto domingo de familiada, con ganas de confraternizar.
Y allá que nos llegan nuestras buenas amiguitas las chovas piquirrojas.
Avanzadillaaaaa
En un precioso momento de locura pudimos observar una miríada de ellas asustando a madres, yernos, nueras, nietos, allegados diversos, que corrían en desbandada pensando que se estaba haciendo realidad el film «Los pájaros» de Alfred Hitchcock. Estamos seguros de que este excelente cineasta hubiera disfrutado de la situación.
Temblad humaaaaaanoooos, llegan las chovas piquirrojas….
¡El pequeño núcleo familiar de dos progenitores y tres churumbeles había dado paso a una bandada de unas treinta aves en diferentes grados de crecimiento!
El gran misterio es saber de dónde procedían. Quizás hicieron un viajecito desde Orduña, donde es habitual ver grandes grupos, quizás llegan desde la zona del duranguesado, o de Álava, quién sabe.
Desde lejos me trae el vientoooo…
El caso es que durante todo el mes de mayo, con sus calorinas y sus chaparrones, el grupo de unas treinta chovas ha ido aumentando, hasta contar el medio centenar. Han colonizado las campas y picotean entre las vacas con sus becerros y las yeguas con sus potrillos. Y por fin, ¡Por fiiiiin!, se dejan fotografiar de cerca.
Poniendo cara, digooo, pico de velocidad…Remedando al maestro del suspense, Don Hitchcock…Vigilando por encima del hombro, que las cornejas son muy envidiosas y nos quitan el sitio…
Y parece que entre tanto ejemplar, se forman nuevas parejas. Con suerte, cuando el resto de la bandada vuele en busca de mejores pastos, éstas se quedan a vivir por aquí y aumenta la población local.
Psssst, disimula, que están los pajareros al acecho…
Censo a día de hoy, tropecientas. Mañana ya veremos. Con que aumente la familia local, ya somos felices.
Para el año que viene hay que invitar a los primos de Italia, y que traigan pizza…
Repasando las entradas de este blog descubro que hay una, la más importante, la que nos condujo a la caza y captura de aves en formato digital, la que nos enamoró…¡Que no está!!!
¡No me lo puedo creer!!! Mis buitres, los más osados, los más leonados, los que nos atraparon en esta vorágine de captadores de naturaleza…Mis pobrecillos están escondidos entre las páginas polvorientas de mi libro de ideas. Pues no se diga más, ¡Ea!
Va por vosotros, chiquitines.
Solemnes:
Mimetizándose con el paisaje
Para distinguir a los juveniles de los adultos podemos fijarnos en tres puntos:
El color del iris. Característica más difícil de observar en el campo, pero que en ocasiones se puede llegar a distinguir. En los jóvenes es un marrón muy oscuro, aclarándose segun llegan a la edad adulta.
En el reposadero habitual, donde se pueden concentrar una docena o más. El juvenil arriba y más adulto abajo.
El color de las plumas de la gorguera rodeando la base del cuello. En los juveniles es claramente marrón, mientras que en los adultos se va aclarando llegando a ser de color blanco.
Ojos claros y plumitas crema, adulto. En uno de sus oteaderos favoritos.
Y el pico. En los jóvenes tendrá un tono oscuro que se irá aclarando progresivamente hasta tomar un color claro.
Pico oscuro y collar de plumas color caramelo, joven. Trabajando para llevar la electricidad a tu domicilio.Hasta alcanzar la edad madura transcurren unos cinco años, variando las características. Vigilando a los intrusos ruidosos. Moteros, cazadores, algún despistado que sube al monte con la música a tope…
También podemos fijarnos en la forma de sus plumas en la distancia, aunque para ello necesitemos unos buenos prismáticos, porque si no…
los juveniles tienen el perfil de las plumas de vuelo más puntiagudo y los adultos más redondeado.
¡Sí, muy difícil de distinguir!!!
Juvenil. Pico oscuro, ojos oscuros, gorguera caramelo y plumas…irregularmente puntiagudas.Adulto. Pico claro, ojos claros, gorguera blanquecina y plumas claramente redondeadas.
Ale, ya tenéis deberes para el próxime finde. ¡A clasificar buitres!
La primavera llegó y nos llenó de agua. Marzo y abril han estado soltando lágrimas como buenas plañideras, inundando acequias y algún abrevadero escondido, buen criadero de tritones.
También nos han traido a una dicharachera visitante.
¡Hola! ¿hay alguien ahí?
Se le puede ver correteando árbol arriba árbol abajo, saltando entre ramas, inspeccionando el terreno…
Habrá que hacer una ronda de reconocimiento…
…buscando escondrijos para sus vituallas invernales…
Me han contado unos amigos pajareros que en este bosque hay mucho fruto seco…
…desafiando a los cánidos que merodean por la zona, con su agilidad para provocar y salir volando.
A que no me pillas!!!
En unos cuantos encuentros nos ha dejado bonitas imágenes como esta, en su posición preferida, desafiando a la gravedad…
Si tú tuvieras estas uñitas también podrías trepar a los árboles, jiji.
Pero lo mejor ha sido la última sorpresa: parece haber encontrado su media naranja.
Ignora a los pajareros, Mari, son inofensivos.
¿O sería mejor decir su media avellana?
Estoy sin palabras. ¡Me has pillado con la boca llena!
Recordáis que hacia mediados de Marzo, cuando nos dejaron salir un poquito, localizamos a estas fantásticas cigüeñas recién llegadas, construyendo lo que parecía su primer nido sobre un pino…que al parecer no es un pino, sino un cedro. Queda claro que yo, de botánica, cero patatero…
Pues hemos vuelto con deseos de saber, de comprobar si la unión había llegado a buen fin y ya podíamos disfrutar de la visión del primer vástago…
Papi, papi, ¿qué son esos señores con esos tubos negros?
Los tres cigoñinos asomaban por turnos, pero uno de ellos era, sin duda, el que llevaba la voz cantante…
Papi, tengo hambre, ¿Cuándo viene mami con la comida?
…asomaba una y otra vez, dejando a sus hermanos escondidos entre las ramitas del nido.
Ya te aviso yo, tranki, en cuanto llegue la mami te despierto…
Pudimos observar cómo el progenitor ladeaba la cabeza a uno y otro lado como escuchando una llamada en la lejanía y procedía a abandonar el nido…
Ya la oigo llegar, mejor voy levantando el vuelo que aquí no cabemos todos…
…dejando espacio a su pareja, que llegaba cargadita de viandas,
Comidita fresca, niños, bichitos recién pescados!
y procedía a repartir con cuidado entre tanto pico hambriento.
A ver, por turnos, ¡Sin arremolinarse que hay para todos!!!Así, muy bien, separando los renacuajos de las hierbas…
Tras la merendola, los cigoñinos hicieron ejercicios de alas, preparándose para sus próximos vuelos.
Mira, mami, ya casi me levanto del nido!Ufff, qué difícil es esto, necesito más gusanitos para coger fuerzas…
Aprovechando que los polluelos descansaban con la tripa llena, pudimos observar con detenimiento las diferencias entre las cigüeñas macho y hembra. Así de elegantes y estilosas las vimos en marzo…
¿Recuerdas, darling, cuando escogimos el sitio?
…y así las vemos ahora, en una foto no muy favorecedora, ya que la luz del día influye mucho. La hembra tiene el pico de menor tamaño, de un tono más claro, y sus plumas pectorales parecen ligeramente más…desplumadas.
Sí, claro, ni maquillaje ni peluquería, me pilláis con toda la prole alborotada y encima querréis que luzca radiante…
Y el macho mantiene el color intenso en el pico de mayor tamaño y el penacho al viento.
Pues yo no lo veo tan difícil, me levanto todas las mañanas así de guapo…
En unos días volvemos a ver cómo los pequeñines realizan sus primeros vuelos, si tenemos suerte!!!
No, de las de verdad, de las palomas que conocemos todos, esas de variados colores producidos por las sucesivas mezclas y mixturas, que van desde el blanco más limpio hasta la mezclilla de tonos más curiosa.
Dicen de mí, la Puri, que soy descendiente del más rancio abolengo, tuvo mi abuelo la buena suerte de conocer a una plebeya…
De la paloma bravía como ésta descienden la mayoría de las inquilinas de nuestra ciudad, mezcladas y remezcladas hasta perder la color…
Fíjate en mí y en mi prima Puri, la del parque de los patos. Iguales en irisación del pecho, cabeza…pero al llegar a las alas, las mías son grises con una nítida línea oscura y las suyas…pos como si se hubiera echado por encima un mantón de manila! Tiene caladitos de ganchillo y tó…
Y pocas quedan ya que tengan los colores nítidos y diferenciados. Lo más habitual es que sean…
Jaspeadas, a trozos, con mantilla, con cofia, con manto gris, blanco, irisado, con pintas, con lunares…vamos, que en la Feria de Abril ni siquiera destacamos…
variadas y diversas. Aunque de vez en cuando nos sorprendan entre ellas algunas más definidas como la paloma blanca.
Decía mi abuelita que su tatatata……tarabuela llevó una rama de olivo después de unas lluvias…seguro que era de Bilbao…
Algunas tienen en la mirada un queseyó que impone un poquito…algo tendrá que ver la coloración de sus ojos.
Te lo aviso: estoy empezando a cogerte un poco de manía, escritorzuelaTodo depende del color con que se mire…Y de la caída de pestañas. ¿A que yo no te doy miedo?
Otra paloma, la torcaz, es residente y emigrante, es decir, que durante el año la vemos poco y luego llegan los meses de abril y septiembre y florecen como las margaritas tras un día de lluvia…
Nos verás volar en bandadas, en tu bosque o campa más cercana. Me distingue la mancha blanca del cuello, que sólo llevamos los adultos.Soy un poco más grande que la paloma urbana, pero como sólo me vas a ver de lejos, seguro que no lo notas…Eso sí, soy la más guapa, sin duda.
Y para terminar, os presento a la tórtola: se confunde fácilmente entre sus colegas palomas, pero es diferente: ya es típico en nuestra ciudad observar a la tórtola turca, más fina, más esbelta, de tono monocromo y rayita negra en el cuello. Habitual en el parque de Doña Casilda, parque de los patos de toda la vida, y cada vez más a lo largo y ancho de la city.
Si, estoy haciendo la competencia a los gorriones: es ver un trocito de pan y lanzarme al ruedo…Aquí en mi roquita, entre patos, cisnes y pavos reales, en el centro de Bilbao.
Me gustaría poder mostraros una buena foto de la tórtola europea, más colorida que su prima oriental, pero no hemos tenido suerte aún en divisarla y sacarle guapa. esperemos que hacia septiembre aparezca en nuestro querido Arraiz. Hasta entonces…¡Paz!