Los mosquiteros musicales son avecillas migratorias que pueblan esporádicamente nuestros campos y pueblos llenándolos de alegría con su canto y contribuyendo a limpiar de bichillos el ambiente.
En una visita a Orduña a mediados de septiembre aprovechando los ya mencionados abonos ferroviarios, descubrimos a este jovenzuelo con ganas de baile.
Volando vooooyyy…
Le veíamos revolotear sin vislumbrar el motivo de tanta agitación hasta que nos fijamos bien…
…volando vengooooo…
…descubriendo una telaraña repletita de pequeñas presas.
Cercano andaba otro musical reclamando su parte…
Aquello parece un bufé libre…¡Guárdame algo, compañero!
…y entre los dos establecieron cierta colaboración…
No hay arañas a la vista ¡Vamos a ello!
…uno por la zona superior y el otro atento al movimiento…
Cachisss, se ha quedado enganchado…
…de cualquier bichito que se pudiera desprender…
Espera, que te aflojo este hilo a ver si cae alguno…
…para atraparlo en su caída libre.
¡Este si! ¡Pillado!
Cuando terminaron con la pequeña telaraña realizaron otro vuelo de reconocimiento y…
¡Mira! ¡He encontrado otra red llenita!
…¡Esto sí que es tener la despensa llena!
Yo por arriba y tu por abajo, hay para todos!
Este curiosote parecía estar supervisando toda la operación, tan atento que nos dejó sacarle unas cuantas fotos en la misma postura. ¡Nunca había visto a uno tan quieto!
En cuanto acaben esos dos me la termino yo…
Como todos los años, los mosquiteros musicales pasan por aquí en sus movimientos migratorios. Pero me han contado que algunos han decidido quedarse, que les ha gustado el sitio…¡Bienvenidos!
Asoman tímidamente entre la espesura al comienzo de la primavera, llegadas del África Occidental.
Se nos distingue por el brillo de los ojos…y el penacho molón.
Ligeramente rechonchos, de largo pico color naranja, vientre de tonalidad amarilla y flancos pardos…
Parece que tengo barba de abuelete…
…y dorso pardo-verdoso color camuflaje perfecto. Fácilmente confundibles con cualquier pajarillo de los marrones, ya sabes, mosquiteros, curruca zarcera, colirrojos por detrás…si lo quieres identificar por la espalda, lo llevas claro.
No exageres, yo tengo un perfil mucho más agradable a la vista…
Para que podáis comparar y diferenciar: los mosquiteros son ligeramente más pequeños y de aspecto más delicado, no como el zarcero que parece un mocetón de pueblo…
Mosquitero musical, pico oscuro y pequeño, para pillar bien los mosquitos, pero tengo la ceja amarilla como el zarcero.Zarcero comun, pico más largo y claramente frutal, digooo, naranja! me pirro más por los bichitos más grandes…Mosquitero comun, pico oscuro y breve, con la ceja menos marcada. Ah! y patas negras o muy oscuras!
Le gustan mucho las zonas con arbolado bajo y arbusto pinchudo, a ser posible con algún arroyuelo cercano. Es el rey de las zarzas, como su nombre indica…
Y de los espinos blancos, con buena dosis de sol.
…aunque otro de sus lugares favoritos se encuentra en las laderas del monte Arraiz: las viñas.
No hago distinciones entre todo tipo de bayas y frutos. Y entre tanta comida vegetariana, de vez en cuando cae algún bichillo…
Esconde sus nidos en el entramado arbustivo, aprovechando los brotes algodonosos de algunas plantas y el tejido de las arañas, una mezcla muy resistente.
Nos quedamos en nuestras zonas de reproducción hasta finales de verano, cuando las crías ya están fuertes y pueden volar lejos, al calorcito de África, donde pasamos el invierno.
Y…¿Sabes porqué al zarcero común también se le llama zarcero políglota?
Entre sus cantos más o menos melodiosos introduce imitaciones de otras especies, ¡convirtiéndose así en un entendido en lenguas!
O por lo menos en un buen imitador…
Algún día te cuento todo lo que dicen de tí, jiji…
Habitante de montes y sembrados, en otoño se unen a los residentes las bandadas migradoras en busca de mejores climas. Durante un par de meses, los campos se llenan de estos diminutos pajarillos en busca de mosquitos y larvas, ayudando a los labriegos con su labor.
poniendo cara de velocidad, preparado para despegar
De tonos verdosos con pinceladas amarillas, patas color marron -a diferencia del mosquitero común, que las tiene negras y más delgadas -, finísimo pico atrapamosquitos y aspecto redondeado
está tranquilo el día hoy, a ver si se anima un poco…
y su particular ceja amarilla con una fina raya oscura en el ojo
si ya me decía mi mamá lo guapo que soy…
espalda de coloración olivácea
en un olivo pasaría totalmente desapercibido, a que si!
flancos blanquecinos como contraste…resulta ser uno de los pajaritos más disimulados que nos podamos encontrar. No hay nada llamativo en él, pero resulta encantador en su sencillez.
pero no me confundas con un gorrión, que ellos son más grandes!
Comparte hábitat con pinzones, jilgueros, currucas, petirrojos…
nos gusta volar juntos pero no revueltos
volando en bandadas mixtas de sembrado a viña y de viña a campa llena de vacas, en las laderas de Arraiz
con lo fino que parezco y lo que me gusta picotear entre las patas de las vacas
y allí nos topamos con este «salao», agarrado firmemente a la ramita en un día de viento, parecía estar cogiendo posturita para una siesta corta
vaya con los pajareros! ahora que había cogido la posturita…
y allí le dejamos, disimulando…
pero en cuanto se marchen estos mirones, cierro los ojos y descanso un rato
Hasta la próxima vez que nos veamos, descansa bien!
En días luminosos, cuando el sol baja la guardia y emite sus últimos rayos oblicuos, como enfocando el resto del día, y nos resistimos a dejar la tarea fotográfica, es sorprendente el efecto dorado que se refleja en las fotos.
En esta imagen de nuestro carbonero común, era un día de aire glacial en invierno.
Hoy hace un poco de fresquito y me he puesto el plumífero
Nuestros pajarillos se revisten de un halo mágico, convirtiéndose en los protagonistas de cuentos y leyendas. Es el caso de esta collalba gris, que parecía disfrutar de un baño de sol tardío, allá en el mes de septiembre.
Entre rayito y rayito, voy al suelo de un saltito, cojo un rico gusanito y me vuelvo a mi puestito
Las ramas sobre las que se aposentan adquieren tonalidades rojizas, en su juego de luces y sombras, y nuestro reyezuelo listado buscó cobijo como pudo en la desnudez del otoño.
Sssssss, que estamos jugando al escondite, no digas nada!
Todo elemento, desde una simple ramita al más alto arbolito, emite mayor sensación de calidez.
En este caso, este mosquitero musical de aire bonachón decidió que las viñas ya secas eran un buen refugio. Hasta que se acabaron las uvas…
Todo el verano comiendo mosquitos gorditos y ahora se me ponen a régimen, ainssss
Este gorrioncillo con aire adormilado escogió uno de los pocos arbustos que permanecen con hoja todo el año. Han constituido una numerosa comunidad cerca de los establecimientos hosteleros en el alto de Arraiz, siempre cerca de la especie humana…
Avísame a la hora de la cena, que voy a echarme una cabezadita…
El elegante pinzón de mirada inquisitiva, disfrutando del tibio calorcillo de esta hora del día, a finales de junio, ya entrado el verano.
Me estoy tomando un leve descanso. He quedado con mis amigos para limpiar la viña, y es un trabajo muy duro…
y el mosquitero común, más atento a los mosquitos que pululan al atardecer, base de su alimentación. Y en estos días de primavera había muuuuchos…
Hoy toca mosquitos al vuelo, los más ricos, mmmmm
Sin olvidarnos nunca de nuestro compañero habitual en cualquier horario,temporada, amanecer,mediodía o atardecer, haga frío viento lluvia o sol. Porque de noche lo de sacar fotos se nos pone un poquito difícil, que si no…sería el protagonista absoluto: el siempre presente petirrojo. Ayer mismo. En el arbolito junto a la casa. Cualquier día se viene a vivir con nosotros.
Ah! Y que nos despierta cada amanecer. Como siempre, un placer, gracias por venir!
A tu disposición! Siempre que quieras sacar fotos, me pido primer!