Y siguen pasando bandadas de aves migratorias de esas que componían el grupo de los llamados txinbos, que se quedan unos días llenando los campos de movimiento, limpiando cultivos, picoteando entre las patas de las vacas y potrancas en el monte Arraiz.
Pero el más común es la bisbita que se confunde entre la hojarasca, ramitas y terrones con su aspecto rayado en tonos marrones.
En esta época del año, las bandadas de bisbitas de paso se mezclan con las residentes, conviviendo con pinzones, colirrojos, jilgueros y demás en el mismo terreno, juntos pero no revueltos…
Entre estos pajarillos, hay uno no tan conocido por la mayoría de los urbanitas, y de apariencia un tanto peculiar.
Es el llamado txinbo hormiguero, más conocido como tuercecuellos
por su capacidad de retorcerlo 180 grados, confiriendo a la línea de su espalda un cierto aspecto de serpiente, con su peculiar dibujo de escamas que le sirve para espantar a algún que otro incauto.
Hay sitio , gusanitos y hormigas para todos, ¿te vienes? estás invitado!
A finales de septiembre, los higos en sazón que quedaban en las higueras servían de comida golosa y abundante a miles de pajarillos que en esa época migraban buscando mejores y soleados campos.
Así que desde mediados de octubre era muy extendida la costumbre de salir a cazar, con la popular chimbera, estas avecillas de delicada carne, que con tan abundante comida llegaban a doblar su tamaño y se convertían en exquisito bocado.
Hoy en día dicha práctica ha desaparecido, dejándonos los campos llenos de alegría y trinos, para disfrute de los adictos al pajareo. Y aquí viene la duda….sabes que tipo de emplumados constituye el grupo de los txinbos?
Mezclando diversas fuentes de sabiduría popular, entre aitas, amamas y gente de edad muuuuuy respetable, nos hemos arriesgado a hacer una pequeña lista…
estas son cuatro bellezas que no me imagino en mi plato…