Carbonero garrapinos, piratilla del bosque

Ya hace un año de estas imágenes, tomadas en un día gris, con las nubes grises y el campo…gris? Pues también. Se nos apareció con ínfulas de capitán pirata, escogiendo para ello el tronco partido preferido de los colirrojos, desafiando a quien quisiera quitarle el puesto, rememorando a Espronceda…

carbonero garrapinos
Con diez cañones por banda,/ viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela/ un velero bergantín:
bajel pirata que llaman,/ por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido/ del uno al otro confín.

Clamando al cielo lloviznoso por un rayo de sol que le llevara a buen puerto, desafiando con sus trinos a cualquier corsario circundante de aviesas intenciones.

carbonero garrapinos
La luna en el mar riela,/ en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento/ olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,/ cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,/ y allá a su frente Stambul.

Exhortando al dios del viento por una buena ráfaga que le despejara el día, donde volar pudiera sin temor a desplumarse.

carbonero garrapinos
Navega velero mío,/ sin temor,
que ni enemigo navío,/ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,/ ni a sujetar tu valor.

Contando y recontando los bichillos que pudiera merendar, ya que la travesía es larga y hay racionamiento…

carbonero garrapinos
Veinte presas/ hemos hecho/ a despecho/ del inglés,
y han rendido/ sus pendones/ cien naciones/ a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,/ que es mi Dios la libertad,
mi ley la fuerza del viento,/ mi única patria, la mar.

…pirata de vocación y apariencia, con mancha clara en la nuca que le distingue de los otros carboneros, el común, el palustre y el montano, quedando claro quién es el que lleva el pañuelo corsario.

carbonero garrapinos
«Allá muevan feroz guerra/ ciegos reyes/ por un palmo más de tierra:/
que yo tengo aquí por mío/ cuanto abarca el mar bravío,/ a quien nadie impuso leyes.

Y botas de caña alta color azul grisáceo o gris azulado, en función de la luz que traiga la tormenta.

carbonero garrapinos
Y no hay playa,/ sea cualquiera,/ ni bandera/ de esplendor,
que no sienta/ mi derecho,/ y dé pecho/ a mi valor.»
Que es mi barco mi tesoro,/ que es mi Dios la libertad,
mi ley la fuerza del viento,/ mi única patria, la mar.

La cabeza es de color negro intenso con una llamativa franja blanca que nace en la base del pico y se extiende por las mejillas hasta casi la nuca, recordando al pirata Barbablanca.

carbonero garrapinos
A la voz de ‘¡barco viene!’/ Es de ver/ Cómo vira y se previene/ A todo trapo a escapar:
Que yo soy el rey del mar,/ Y mi furia es de temer.
 
»En las presas/ Yo divido/ Lo cogido/ Por igual.
Sólo quiero/ Por riqueza/ La belleza/ Sin rival.

Que es mi barco mi tesoro, / Que es mi Dios la libertad,
Mi ley, la fuerza y el viento, / Mi única patria la mar.

Viste en pecho y vientre color blancuzco u ocre en función de la edad y época del año, cual librea desgastada por la marejada y los vendavales.

¡Sentenciado estoy a muerte!/ yo me río:/
no me abandone la suerte/ y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,/ quizá en su propio navío.
Y si caigo,/ ¿qué es la vida?/ por perdida/ ya la di,
cuando el yugo/ del esclavo,/ como un bravo,/ sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,/ que es mi Dios la libertad,
mi ley la fuerza del viento,/ mi única patria, la mar.

Y llega el rayo de sol realzando la coloración pardo grisácea del dorso y las las barras alares claras, cual galones de corsario ganados en mil batallas.

carbonero garrapinos
Son mi música mejor Aquilones,/
el estrépito y temblor de los cables sacudidos,/
del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones. /
Y del trueno/ al son violento/ y del viento/ al rebramar,
yo me duermo/ sosegado,/ arrullado/ por la mar.

Quedando el mar en calma tras la tormenta. Aquí reposa el capitán pirata cantando, de nuevo, alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente, Estambul. Hasta la próxima tormenta!

Que es mi barco mi tesoro,/ que es mi Dios la libertad,
mi ley la fuerza del viento,/ mi única patria, la mar.

Rafael Ajanguiz Letona 05/11/1932-03/12/2020

Para mi Aita, mi pirata peferido: aunque tu mente se perdía en otros vericuetos, nunca olvidaste declamar este poema con tu mejor cara de pirata, haciendo reír a todos los que te rodeaban y querían. Nos vemos más allá de Estambul.