Y la tormenta pasó, 2ª parte.

Unos días después podimos volver a la playa de la Bola, en Algorta, a comprobar el estado del correlimos cojito.

O se había marchado o se había curado, porque en vez de uno solito vimos…dos.

Correteando por toda la playita entre los restos de la última marejada. –Por cierto, es desesperante ver la inmensa cantidad de plásticos entre los restos, no es de extrañar que nos alimentemos de microplásticos. Esperemos que esto cambie en un futuro próximo, muy próximo…-

Siempre es difícil describir más o menos el tamaño de un pajarillo, así que aprovechamos la oportunidad que nos brindó esta gaviota reidora, para estimar que nuestro correlimos se asemeja a una pequeña bolita de nieve…

…aunque junto a la lavandera blanca pareció crecer.

Por allí llevaba unos cuantos días otra visitante inusual, una serreta mediana.

Se le veía cómoda con la cantidad de fotógrafos que había sacándole guapa…

…y nos ofreció su mejor perfil. –En los escasos ratos en que emergía de su pesca submarina, claro.

Pero la que se llevó los mejores aplausos fue esta garceta blanca con su habilidad para la pesca.

Lo mismo atrapaba a un sargo real, de los que se esconden entre la arena del litoral rocoso…

…como a…-bueno, no tengo ni idea de cómo se llama este pececillo-…

Y esto creo que es una angula crecidita en proceso de convertirse en anguila. ¡Ups, se acabó el proceso…!

Mientras observábamos a la garceta, se nos coló esta lavandera cascadeña con ganas de protagonismo. Aquí mirando fijamente a la cámara…

…y aquí empujada por el viento, enseñándonos sus enaguas-color-rayo-de-sol.

A la hora de marchar nos llamó la atención un cernícalo que pareció caer contra los arbustos. Al parecer, una fortísima ráfaga de viento lo había empujado a realizar un aterrizaje forzoso. Por fortuna se recuperó rápidamente.

Pareció apoyarse en la rama de un árbol y mi primera impresión fue que se había roto un trocito de la misma…pero no.

Realizó una captura, se apoyó en una farola para engullirla, y prosiguió vuelo.

La pena es que nos quedamos sin ver a unos falaropos que andaban por allí. O quizás ya habían continuado viaje…Otra vez será.

Una de rapaces, rapaziña

Al barrio obrero en el que resido, lleno de currantes venidos de tierras gallegas hace más de medio siglo, llegan muchos nietos a visitar a sus abuelos en estas fechas navideñas. Recordando su tierra, suben con ellos al monte a recoger castañas y piñas para aquella cocina de leña que ya no tienen, y los críos se ríen de los mayores cuando les llaman rapaz, rapaziño, rapaziña…

-¡Como los pajarracos, abuela, no me digas eso!- Es Andrea la que protesta, mientras su abuela Hermi, de las Herminia de toda la vida, ya que su madre y su abuela se llamaban igual, rezonga con su acento eusko-galego.

-Pues igual de ahí les viene el nombre, porque son aves listas y de buen ojo, como tú, que siempre sabes cuando hay croquetas para venir a visitarme, rapaza! Y bien bonitas que son las rapaces, que vuelan como las cometas…-

-Anda ya! No hay ningún bicho que vuele como una cometa, te lo estás inventando!-

-Mira arriba. ¿Lo ves? Aquí en lo alto de este monte tan bonito que se llama Arraiz, se ven muchas cometas con plumas. Ese que se queda allí quietito, buscando su presa…-

-¿Está colgado con un hilo, como las bolas del árbol de navidad? Con el viento que hace y no se mueve…-

-Es un cernícalo. Así distingue bien su presa. Primero la localiza y después…¡Zas! Se tira a por ella.

-¿Y ese otro, que es como blanquito?-

-Un abejero. Le gustan mucho las abejas pero también nos ayuda con esa avispa tan grande y tan mala que viene de muy lejos…de Asia?, que son enemigas de las abejas. Y ya sabes que las abejas nos dan rica miel…

Pues es muy chulo…Y ese otro? Se parecen mucho pero no son iguales…-

-Es un Azor, las alas están rayadas por debajo, pero por encima es oscuro…y tiene los ojos rojos!

-Jo, abueli, yo no sé cómo los distingues, con lo lejos que están…Uy, que no, que ese está muy cerca y es muy grande, corre que nos cogeeeee!!!

-¡Ay rapaziña, no te asustes, que no come niñas!!! Es un buitre, aquí hay muchos y a veces puedes verlos de cerca, cuando se ponen entre las rocas junto al vertedero de Artigas. Tiene un primo que es todo blanco y negro y se llama alimoche.-

Y mira, ves el que vuela a su lado? ese es un busardo. Les gustan las mismas zonas, seguro que hay muchos ratoncitos por ahí…-

-¿Hay muchos más pájaros de esos? ¿Y hay comida para todos?-

-Hay muchas aves rapaces, sí, a veces veo al halcón peregrino que viene de visita a la zona de canteras, y a la aguililla calzada, y algún gavilán, y el elanio azul, aunque a ése sólo lo he visto una vez, y qué bonito era…y yo creo que sí, que hay comida para todos porque si no…no estarían por aquí, ¿No?-

-¿Ya no hay más? ¿Y el que vuela como una cometa? Porque yo no lo he visto, eh!

-A ver, tú que sabes inglés, ¿cómo se dice cometa?-

-Kite.

-Pues ahí los tienes, el milano negro, que en inglés se llama black kite y el milano real, que en inglés se llama…-

-Royal kite!-

-¡JaJa! Pues no, rapaza, es más fácil, ves el color que tiene…pues se llama red kite.-

-Uala….y tú como sabes esas cosas? ¿También sabes inglés?-

La abuela Hermi suelta una risa de las de dentro, de la que crece como una burbuja desde la tripa hasta la garganta y borbotea de alegría.

-No, mi niña, yo tengo Google!

Dedicado a todas las abuelas y amamas que cuidan de sus nietos en estas navidades. ¡Por muchos años!

Cernícalos en Rekalde

Bilbao se sitúa en un valle, rodeado de montes, y el barrio de Rekaldeberri se esconde en las faldas de nuestro querido monte Arraiz, del que tanto hemos hablado.

Arraiz campa
Con sus arbolillos protegidos con vallas para que crezcan fuertes…
Arraiz potro
Los nuevos potrillos nacidos en primavera…
Arraiz vaca duchas
Las vacas más listas del mundo mundial…
ardilla Arraiz
Las ardillitas escaladoras comepiñones…

Y muchas rapaces, como milanos negros y reales, buitres, alimoches y los encantadores cernícalos.

cernicalo pose cernirse
En su característica pose de «cernirse» en busca de presas…
cernicalo pose cernirse
Y la capacidad de permanecer estáticos frente a las ráfagas de viento

Y de éstos trata el post de hoy: de unos que viven en el mismísimo Rekalde, aprovechando que en las huertas de alrededor encuentran comida en abundancia: ratoncillos, insectos, pajarillos, lombrices…

cernicalo macho
En las curvas de la calle Altube, portal de piedra, sexto piso.

Donde el corte del monte da cobijo a herrerillos, carboneros, mosquiteros, colirrojos…que se esconden cuando esta pequeña rapaz aparece en el cielo.

cernicalo comun hembra
Yo no veo porqué nos tienen tanto miedo…con esta carita de buena…

Llevan años residiendo en esta zona para solaz y disfrute de los residentes y paseantes…

En realidad soy yo el que vigila el barrio…
cernicalo hembra
Y yo a las vecinas, por si se dejan un pastel en la ventana…

…y de los mirones como nosotros que documentamos su presencia, distinguiendo en vuelo al macho, de cabeza gris, cola clara con las puntas de las plumas negras, y tono ocre subido el pecho…

cernicalo macho en vuelo
Protegiendo la entrada de mi casa…

…de la hembra, cuya cola muestra una serie de líneas más marcadas y es de tono pardo con el cuerpo mucho más jaspeado…

cernicalo hembra en vuelo
Realizando rondita inspeccionadora…

En estos días han desplegado una actividad intensa, con reclamos y llamadas que dejaban claras sus intenciones…

cernicalos procreando
Cosas de la primavera, que nos pone contentos…

…que parecen dejar a unos exhaustos…

cernicalo macho
Me voy a echar una siesta para reponer fuerzas…

…y a otras no tanto.

cernicalo hembra
¡Fiesta, fiesta, queremos, fiesta, fiesta!

Esperamos tener la suerte de conocer a la próxima generación.

Dedicado a Espe, la chica de las huertas, y a BULLY, la matriarca del clan.