Mares de plata y fuego, y un cormorán patiamarillo

Último domingo de noviembre y de la pasada nueva estación otoñoveraniega. Que sí, que ya se ha acabado lo bueno y estamos de agua hasta las orejas, pero que nos quiten lo bailao, ya hemos disfrutado de todo el sol y buen tiempo.

Pssst, pajarera….eh, tú, la de los prismáticos…

Lo dicho, lucía un día fantástico para hacer lo que más nos gusta: paseo y pajareo. Y para ello nos desplazamos hasta Portugalete en el maravilloso tren, medio de transporte que nos encanta. Pena que ya se termine el plazo de los abonos de Renfe…ha sido una excelente y muy aprovechable idea.

Náh, ni caso, tendré que llamar su atención de otra forma…

Comenzamos nuestra andadura en la estación del tren en Portu, llegando hasta el puente colgante o puente Bizkaia entre turistas y propios del lugar que también querían aprovechar los restos del verano, y al rebasar la zona de embarque, lo vimos:

Un precioso ejemplar de cormorán moñudo juvenil…patiamarillo!

Ya! Te pillé! Ahora sí que miras, eh?

Es habitual que los cormoranes tengan las patas de color negro o muy oscuro, pero en algunos casos se da esta coloración, lo que los hace más llamativos. El jovenzuelo atrapaba las miradas de todos los transeúntes y también cautivó a nuestro fotógrafo. Cómo resistirse…¡Mirad que ojazos!

¡Ajá! Por eso quería que miraras. Qué le vamos a hacer…¡Uno, que es guapo!

Posó, saludó, agitó sus plumas y paralizó el tráfico de paseantes curiosos que se detenían a fotografiarle entre sonrisas y comentarios sobre sus patas.

¿No te recuerdan al pato Donald? O a los pies de pato de las lamias, seguro que más de uno lo ha pensado…

Tras la sesión de fotos le dejamos con su corte de admiradores y llegamos a la zona que da título a este post: mares de plata y fuego

Sobre este bloque que pudiera semejar un iceberg a la deriva jugueteaban un par de gaviotas juveniles patiamarillas.

Que ya te digo yo que esto no es hielo, por mucho que lo parezca…

Y con el mar en calma, espejado, el sol en el punto justo y los barcos amarrados en el puerto de Santurce, parecíamos estar uno de esos lugares mágicos entre fiordos.

En este primer mar de plata, sobre la txalupa MILA, la capitana gaviota sombría observa las maniobras en los barcos adyacentes y en el paseo. Pescadores, jovenzuelos apostados en los bancos, y un par de pajareros encantados de saludarla.

Cuando quieras te llevo a dar un garbeo…yo dirijo y tú llevas los remos.

Cuando la plata azulea, el agua espejea. Una gaviota reidora parece flotar sobre el hielo, indiferente…

Toda el agüita pa’ mí, no hay nadie que me moleste, esto es vida…

…hasta que decide echarnos del lugar entre grititos. Al parecer, no somos bienvenidos en su remanso de paz.

Vamoavé! ¡Que no te estoy gritando, que sólo me estoy aclarando la voz!!!

Y mientras una servidora se entretenía con esta señorita, el avezado ojo del fotógrafo descubrió el fuego: el reflejo rojo de un barco de la zona daba al agua un resplandor inusual, dejando esta deliciosa estampa de tonos incendiados.

No, no os preocupéis, no me estoy quemando el cucu…

Lo dicho: entre plata y fuego.

Pues yo no le veo la chispa…

La belleza existe en cualquier rincón. Abre los ojos y la mente. Observa. Disfruta. Pequeños placeres que alegran la vida. ¡Nos vemos en el próximo paseo!

¡Aquí te espero, en mi puesto de vigilancia!

Cuatro gaviotas pequeñas y un falaropo

Seguimos con la racha de tormentas que atraen a cientos de aves hacia nuestras costas. Y aprovechando la abundancia, vamos a centrarnos en las llamadas gaviotas pequeñas. Osea, las que no son grandes.

Test de agudeza visual: localiza las tres cabecinegras entre las reidoras…

En esta ocasión nos han venido a visitar unas cuantas gaviotas cabecinegras, convenientemente mezcladas con sus primas reidoras, y entre ellas se han sentido bienvenidas unas cuantas gaviotas enanas. Y alguna otra que no consigo identificar bien…

Es imposible que tengas dudas conmigo…

Tengo que confesar que es la primera vez que veo una gaviota cabecinegra. En los años que llevamos pajareando nunca, nunca, nuncaaaaa, jamás había tenido la ocasión de vislumbrarla. Que seguro que estaba escondida en medio de millares de reidoras, pero …

Pero que no sabes distinguirnos y ya. No busques más excusas, pajarera…

…yo no las veía. Pues hoy sí, hoy me he quedado contenta de ver cabecinegras. A montones. Juveniles, maduritas, con medio capuchón, con jaspeado…

Ya nos vamos poniendo gorrito de lana, con este frío…

Y me han parecido guapísimas. Espalda gris perla, ojos con buen sombreado, pico ancho, rojo vivo con su anillo negro…

Tá claro: pico-rojo-anillo-negro. ¿Y las patas?

…a juego con sus patas, también rojas. De un rojo animado, no como el color de las reidoras que en invierno se torna en granate apagado, con el pico claramente más fino. Y éstas también tienen la marca del auricular que lucen como si fueran espías venidos del frío.

Aquí reidora a base, repito, reidora a base, esto está llenito de cabezot…digooo cabecinegras…

Entre ellas es fácil diferenciarlas por sus alas, ya que las cabecinegras carecen de las puntas negras de las reidoras, dándoles una apariencia mucho más nívea…

Y esa finísima línea negra en el borde de mis alas?

…pero no en todas las épocas, porque de vez en cuando te encuentras con ejemplares nacidos este año, en plena transición de colores,

o de primer invierno, con plumas negras en la cola y pico aún oscuro, que nos pueden hacer pensar en otras gaviotas…

…o de segundo invierno, cuando las marcas negras se van desvaneciendo y el pico se torna rojizo…

…hasta llegar a su edad adulta en la que resultan taaaaan blanquitas que enamoran.

Lo dicho. Plumaje gris blanquecino, pico rojo con marca negra, cabecita jaspeada hasta que se ponga negra en verano. ¡Y patas rojas!

Te estás poniendo un poquito empalagosa…

Y aquí la podemos comparar con la gaviota enana. Que es chiquitina pero matona.

Cuidado, que se acerca por la espalda, me voy a hacer la despistá…

La gaviota pitufa como la conocen por el barrio, es menuda, coqueta, de pico fino y marca estrellada gris en lo alto de la cabeza. Y de patas rojas.

Este ejemplar nos parece un joven de primer invierno con su patrón de color en las alas.

Con el pico negro en cualquier época de su vida…

…espalda gris…

He nacido esta primavera. Y nadie me dijo que aquí hacía tanto frio…

…y aspecto rechonchito. Este es un ejemplar juvenil que con el tiempo se transformará en…

La espalda se vuelve gris claro, aunque guardo la estrella en la cabeza
y durante el invierno mis patas se ven más claritas.

…otra pequeña gaviota blanca.

Ahora sí, aquí me tenéis de mayor…

Y aprovechando que nos hemos juntado un grupito de pajareros y fotógrafos recogiendo los restos plásticos de la tormenta, esta buena amiga nos ha ayudado a limpiar un poquito la playa.

De nada, encantada de echar una man…pico!

Lo mejor del día han sido un par de falaropos. Toda la semana oyendo hablar de ellos y no conseguíamos verlos…hasta hoy.

Referenciaaaaa, tamaño del falaropo picogrueso frente a gaviota reidora.

Son unas avecillas de tamaño menudo, manto gris y mancha facial tapando el ojo.

Faralopos picogruesos, también con su plumaje de invierno. Entre las gaviotas parecían un par de pajarillos extraviados.

El pico entreverado en naranja y negro.

Tras mucho esperar se han acercado lo suficiente para poder sacarles guapos.

Plumitas oscuras en la cola.

Y por fin, esta es una -ejem, ejem, creo que lo es…- gaviota tridáctila. Jovencita, eso sí. Parece que en la bandada había alguna adulta pero no pudimos localizarla.

En principio la he confundido con la gaviota enana, hasta fijarme bien en el dibujo de las alas. Y en la falta de estrella gris en la cabeza…

…pero me despistaba el collar jaspeado…

…y las patas negras…

…o no????

Mira, yo aquí lo dejo. Si alguien sabe de gaviotas, que me eche una manita pofavó…

Gaviota de Delaware visitando Bilbao

El día 3 de diciembre algún pajarero avispado dió el aviso: una preciosa jovenzuela de Delaware se estaba paseando por la zona de la Peña, en el rio Nervión…En pocos días estábamos todos los curiosos por la zona.

En dos ocasiones pude verla con nitidez pero me faltaba el artista: si no hay fotos que lo justifiquen, a ver cómo convenzo yo a nadie de que la he visto…y por fin, aquí está. Aprovechando estos días de fiesta y sabiendo cuál es su lugar favorito, pudimos verla bien. ¡Nosotros y otros tropecientos fotógrafos! Aquello parecía una convención…

Que os estáis equivocando, miradme bien…

Nop. Esta no es.

Hay que admitir que desde lejos daba el pego: clarita, pico oscuro…jaspeada…pero no. Supongo que será una patiamarilla de segundo invierno, por el manto gris que luce. Pero se vió claro cuando se le acercó una reidora con malas pulgas…

Eso sí, guapa soy un rato…

…y pudimos comparar el tamaño. A veces se necesitan ciertos elementos para poner las cosas en perspectiva.

Así que recorrimos un trecho junto a la ría, saludando a la pareja de cisnes que se han convertido en habituales y al martín pescador, como siempre esquivo. Y llegamos a la estación de tren…allí estaba, en la tejavana, observando a los pececillos que recorrían la ría con la subida de la marea.

Ya me han vuelto a localizar estos locos…

Esta sí. ¿Veis cómo induce a error? Jaspeada, con manto gris, patas rosadas…y el pico distintivo, rosado con la mancha negra. Por este rasgo se le denomina también como piquianillada.

Levantó el vuelo seguida de su cohorte de reidoras y volvió a su posición anterior. Y todos los fotógrafos detrás.

En esta ocasión nos ofreció otra perspectiva…

Aquí camuflada seguro que no me ven…

Al verla rodeada de sus nuevas amigas, quedó más que claro. El tamaño lo dice todo.

Comenzó el show: chapoteos, alborotos, grititos de las reidoras, grititos de nuestra chica, más chapoteos…

Agüiiita del Nerbioi…..rica para tomar un bañitooooo

El sonido de las máquinas fotográficas servía de fondo musical.

En esta bañera tan grande cabemos todassss

Terminó la exhibición con un elegante aleteo y la dejamos en paz.

Me he dejado las entretelas niquelás!

Nos contaron que en realidad tiene un poco de genio y cuando ella decide quedarse con la comida no hay ninguna que se lo discuta…Yo tampoco me enfadaría con ella!

La próxima vez que vengas trae un poquito de jamón, que no sólo de pan vive la gaviota…Hasta otra!

Una de gaviotas reidoras peleonas

En la playa de la Bola en Algorta, además de diversas aves refugiándose de las tormenta, es fácil encontrar una buena bandada de gaviotas reidoras. allí recalan con ánimos jocosos, pendencieros y alborotadores, como esta parejita que nos ofreció todo un espectáculo acrobáticocircense.

Oyesss…se me está ocurriendo que con tantos fotógrafos a la vista, podríamos organizar un pequeño show…

Entre chillidos y revoloteos, saltaron…

¿Empezamos con un ataque o una persecución?

…se persiguieron…

¡Vete volando, que tú la llevas!

…intentaron protegerse…

¡Que te lo has creído, la llevas tú!

…hubo empujones…

¡Pilla pilla, te pongo la zancadilla!

…bailoteos…

Querida, ¿me concedes este vals?

…acorralamientos…

¡Supermaaaan al ataqueeeeee!

…discusiones a viva voz…digooo…¿risas?

¡Supermán quiero ser yo, tú eres batman!

…corre que te pillo…

Nananananananana ¡Baaaatmaaaaaaaan!

…pues lo llevas claro…

Y ahora soy el Joker…¡Juajajajajjjjaaaa!

…las mejores amiguitas…

¡Te pillé!

…interpretación libre de la danza del cisne…

¡Y haciendo un rebote acuático, me libré de tu abrazo paralizante!

…y reconciliación.

Ha estado bien ¿eh? ¿Lo repetimos?

¡Mejor que el cine! Nos faltaron las palomitas.

Y la tormenta pasó, 2ª parte.

Unos días después podimos volver a la playa de la Bola, en Algorta, a comprobar el estado del correlimos cojito.

O se había marchado o se había curado, porque en vez de uno solito vimos…dos.

Correteando por toda la playita entre los restos de la última marejada. –Por cierto, es desesperante ver la inmensa cantidad de plásticos entre los restos, no es de extrañar que nos alimentemos de microplásticos. Esperemos que esto cambie en un futuro próximo, muy próximo…-

Siempre es difícil describir más o menos el tamaño de un pajarillo, así que aprovechamos la oportunidad que nos brindó esta gaviota reidora, para estimar que nuestro correlimos se asemeja a una pequeña bolita de nieve…

…aunque junto a la lavandera blanca pareció crecer.

Por allí llevaba unos cuantos días otra visitante inusual, una serreta mediana.

Se le veía cómoda con la cantidad de fotógrafos que había sacándole guapa…

…y nos ofreció su mejor perfil. –En los escasos ratos en que emergía de su pesca submarina, claro.

Pero la que se llevó los mejores aplausos fue esta garceta blanca con su habilidad para la pesca.

Lo mismo atrapaba a un sargo real, de los que se esconden entre la arena del litoral rocoso…

…como a…-bueno, no tengo ni idea de cómo se llama este pececillo-…

Y esto creo que es una angula crecidita en proceso de convertirse en anguila. ¡Ups, se acabó el proceso…!

Mientras observábamos a la garceta, se nos coló esta lavandera cascadeña con ganas de protagonismo. Aquí mirando fijamente a la cámara…

…y aquí empujada por el viento, enseñándonos sus enaguas-color-rayo-de-sol.

A la hora de marchar nos llamó la atención un cernícalo que pareció caer contra los arbustos. Al parecer, una fortísima ráfaga de viento lo había empujado a realizar un aterrizaje forzoso. Por fortuna se recuperó rápidamente.

Pareció apoyarse en la rama de un árbol y mi primera impresión fue que se había roto un trocito de la misma…pero no.

Realizó una captura, se apoyó en una farola para engullirla, y prosiguió vuelo.

La pena es que nos quedamos sin ver a unos falaropos que andaban por allí. O quizás ya habían continuado viaje…Otra vez será.

Gaviota reidora

Cuando preguntas a alguien sobre gaviotas siempre te señalan a la misma, esa que rula por nuestros tejados con el ceño fruncido, la de la mirada carnívora y roja mancha en el pico amarillo…la conocemos por el color de sus patas, la gaviota patiamarilla.

gaviota patiamarilla
Cuidadito con lo que dices por ahí, que sé dónde vives…

Y no nos acordamos de la grácil, delicada y elegante gaviota reidora, habitual en nuestras costas y campos, que en la época invernal viste traje níveo con pico y patas rojos, excepto la puntita de este último de color negruzco.

gaviota reidora oct 10
La reina del baile, la más salada, la pizpireta, más pequeña y fina que sus congéneres…

En sus primeros meses se camufla con tonos tierra de pico a cola e irá cambiando de plumaje hasta alcanzar el definitivo en su segundo año.

gaviota reidora jul 25
Estamos a finales de julio, tengo dos-tres meses y carita de niña…
gaviota reidora oct 8
Ya estamos en octubre y mi tono se ha suavizado pero aún tengo color arena en mis plumas
gaviota reidora agosto 15
Yo soy ya mayor! tengo un año, de cuerpo gris y blanco, aunque mi caperuza luce manchada de gris, en nada se me pone de color nocilla y puedo buscarme novia…

Los adultos exhiben un capuchón color chocolate en primavera, en su época reproductora, tras la cual van perdiendo las plumas marrones…

gaviota reidora jul 25
En el mes de julio con mi caperuza de chocolate, el bigote blanco es del merengue que me acabo de comer…

…a lo largo del verano, recuperando su uniforme tono blanco gris hasta dejar sólo una manchita de este color a la altura de la auricular…

gaviota reidora sep 20
Me han puesto un anillo en la pata para saber hasta donde viajo, por donde me muevo y si voy a las fiestas de Bilbao
gaviota reidora sep 22
A ver si tenemos fiestas este año, que el año pasado me las chafó un mal bicho coronado…y si no, pues en la playita todo el día, que no se está nada mal…

…que les acompañará durante todo el invierno.

gaviota reidora oct 8
Pues estamos teniendo un verano estupendo para hacer vuelo sin motor…

Es en esta época del año cuando me resultan más atractivas, con su plumaje blanco y gris y sus patas y pico rabiosamente rojos.

gaviota reidora octubre 10
Anuncio patrocinado por ESCUELA DE BAILE LAS GAVIOTAS, impartimos clases a todo lo largo de la ría de Bilbao, desde la Peña a San Antón…
Ven a disfrutar con nosotras, aprenderás jugando. Al final de curso obtendrás gratis un anillado de pata. ANÍMATE!

Y resulta encantador verlas formando filas en cualquier barandilla, vigilando a los paseantes y sus bocadillos, siempre dispuestas a ayudar con la limpieza de las calles.

A ver…a ver…la cola para el pan, quién es la última?

Nos han contado que es una especie con tendencia a la migración, pero parece que ya se han acostumbrado a pasar los inviernos en Bilbao y alrededores.

gaviota reidora agosto 15
No se está nada mal por aquí…entre ánades y patiamarillas, lavanderas, cormoranes y andarríos. Eso sí, con las garzas no me meto…

Está claro que en nuestra ciudad el tiempo mejora. Y si no, que se lo digan a esta gaviota polar que nos ha visitado este invierno.

El viaje desde Groenlandia es largo y otros años descanso en la costa inglesa, pero este año con el Brexit he decidido pasar unos días aquí.

Pero eso da para otro post.

Gaviotas en La Peña

Y yo que creía que gaviota no hay más que una….la de toda la vida, de patas amarillas y ojos enfadados, tonos blanco y gris en el cuerpo y pintita roja en el pico amarillo

Pero yo a tí qué te he hecho? Mira que decir que estoy enfadada…con esta carita de buena…

Gestos adustos y porte orgulloso

gaviota patiamarilla
Pa’ chula, yo, que soy de Bilbao

y en la zona de Abusu-La Peña me encuentro con diversos ejemplares, de variados colores y tamaños, como esta preciosa gaviota reidora con su plumaje de invierno, pico y patas rojas y una manchita gris en la mejilla.

gaviota reidora invierno
disfrutando de los tímidos rayos de sol invernales, llevo puestas mis katiuskas rojas. Molonas, eh?

Algunas posaban con mucho sentido artístico, así que la foto tenía que ser elegante…con la crecida tras días de lluvia, manteniéndose firme entre la corriente

gaviota patiamarilla
con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar sino vuela….

Esta gaviota reidora con su plumaje de verano luce la cabecita marrón

es lo que tiene el verano, que te pones morenita

y un pequeño bigote blanco.

y el helado de vainilla que me he comido, que rico estaba…

Y esta mozuela juvenil de la misma especie no se decide entre colores

todavía me queda un tiempo para lucir blanquigris como mis hermanas mayores, pero estoy reguapa así, no?

Pero la más hermosa me pareció esta gaviota argéntea, de tonos ligeramente más suaves que la especie patiamarilla y unos ojos claros muy luminosos que le confieren carita de buena

y unos leves mechones castaños en mi hermosa pelambrera, elegante a la par que sencilla

parece que nuestra patiamarilla no está muy conforme con mi opinión….

gaviota patiamarilla
pero tú me has mirado bien? para elegancia, la mía!

Y para terminar este ejemplar de gaviota sombría, que solamente hemos visto una vez. Vendría de visita…

gaviota sombría
Un breve descanso de las procelosas aguas del océano, buscando lugar de veraneo…

De todos los tonos y colores, jóvenes y adultas, compartiendo espacio con el resto de habitantes acuáticos de la zona…siempre presentes, nuestras gaviotas.